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Antonio, desde Sotillo del Rincón.Tengo un chino en la maleta
Soñé que llevaba un chino en la maleta. La maleta que llevaba estaba en un aeropuerto.. Yo la miraba con intención de abandonarla. Observaba a toda la gente que esperaba en los mostradores y a la gente que pasaba… y miraba a la maleta a ver quién se la llevaba…………¡¡ nadie quiere una maleta con un chino dentro !! Él intentaba salir haciendo fuerza, golpeando la maleta, marcando sus puños desde dentro. No decía nada, no había sonidos que pudiese llamar la atención, de alguna persona que estuviera cerca. “Tengo un chino en la maleta”, decía a la gente con que me cruzada, pero nadie me hacía caso…. Por fin consiguió escapar de su maleta, y con toda tranquilad del mundo se dirigió a un pasillo de la terminar, con intención de embarcar en algún vuelo. El chino, justo antes de que le perdiera de vista, giró su cabeza y me miro directamente a los ojos, una mirada intensa que transmitía todos sus pensamientos. “Yo sabía lo que me decía sin mediar palabra”. Al fin, y sin dejarle de mirarle de repente lloré, y él viendo mis lágrimas durante unos segundos, giro su cabeza y marcho pasillo adelante hasta que desapareció… Antonio López Pascual Sotillo del Rincón
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Aránzazu, desde Sotillo del Rincón.En Sotillo del Rincón a 25/04/2020.
MI PUEBLO EN LA SEXTA TV.
En honor a la verdad tengo que decir varias cosas sobre el programa de la sexta en el que Jordi Évole contacto con la "exclusiva" en mi pueblo: Sotillo del Rincón.
Somos unos 179 vecinos censados con dos pedanías (Molinos de Razón y Aldehuela del Rincón). Os voy hablar de lo que tenemos en Sotillo del Rincón. Contamos: - Fábrica de Embutidos y Miel "Gómez Zardoya". - Embutidos Artesanales, tienda de ultramarinos y carnicería "Valle del Razón". - Bar-Restaurante "Picorzo". - Hotel Rural "Remanso del Río Razón". - Hotelito "El Valle". - Casa Rural Los Robles I y II. - Casa Rural Los Abuelos I ,II y III. - Casa Rural La Lastra. - Carpintería Carretero Hernández. - Construcciones Eguren. - Polígono Ganadero con tres instalaciones de ganado vacuno. - Proyecto para nave de apicultura en fase de aprobación de la licencia municipal por parte de dos jóvenes venidos de Cataluña ya instalados en dependencia municipal. - Dos vecinos (Eduardo y Dori) apicultores. - Fco. Javier Carretero Hernández ganadero de equino. - Biblioteca Municipal "Emilia La Torre". - Asociación de Jubilados "Virgen del Rincón". - Asociación cultural de Sotillo del Rincón, Molinos de Razón y Aldehuela del Rincón. - Asociación de mozos/as de Sotillo del Rincón. Servicios: - Panadero viene cada 4 días a la semana. - Butanero viene cada 15 días. - Pescadero viene 1 día a la semana. - Vinos Rangil viene cada 15 días con bebidas. - Bibliobús viene cada 15 días. - Línea de autobús. - Consultorio Médico 1 vez a la semana. Actividades: - Gimnasia. - Clases de cocina. - Clases de memoria. - Proyección de cine. - Las propias que realizan las asociaciones. - I Beca Nacional de Artistas con talleres para los vecinos. - Escuelita de verano. - I Ruta Senderista a la "Laguna de Cebollera". - Bloc "Valle del Encuentro" activo en redes sociales para personas de cualquier territorio que quieran escribir en formato carta en tiempos de confinamiento. - Llamadas telefónicas a los mayores por parte de Ana La Torre (concejala del Ayuntamiento). Nuestros mayores cuentan por parte de la Cruz Roja con botón asistencial, con ayuda a domicilio por parte de la Diputación y con atención de los vecinos/as si necesitan ayuda. Por otra lado el pueblo cuenta con wifi gratis y cobertura telefónica. Esto es la realidad, todo expresado con el debido respeto hacia la Sexta Aránzazu Matute Mateo Sotillo del Rincón. Esther, desde Sotillo del Rincón. Mis orígenes no pertenecen a esta tierra, pero he creado vidas aquí y estoy encantada de haberlo hecho.
Nací en Valladolid y allí estuve hasta hace 12 años, que vine aquí, casi de casualidad, con mi amiga María, que había cogido el bar del pueblo. Tengo que confesar que no sabia ni que carretera tenía que coger para venir a Soria, pero aquí me plante un perfecto día de Febrero de 2008 y empecé a trabajar en el bar. La gente era muy amable y era fácil estar trabajando detrás de la barra y con mi amiga que ya llevaba un tiempo, era mas fácil ir conociendo a todos, pero oye... hubo alguien que me llamo la atención, Jorge, ojos verdes.... y no es por quedar bien ahora que es el padre de mis hijos, pero es la verdad. Siempre recuerdo decirle a mi madre que después del verano volvería, la verdad que siempre he estado muy pegada a ella y a mi familia y les echaba de menos un montón. Pero empezaron a pasar los días y ese chico (Cari) en el que me fije, por lo visto también se fijo en mí y empezamos una bonita historia. Me encanta recordar los principios, porque aunque todo sigue viento en popa, parece que los principios siempre son más mágicos. Está ese estómago encogido, esas miradas cómplices, esos ratos mágicos en los que las horas se convertían en minutos y en las que el resto del mundo desaparecía. El tiempo fue pasando y sin casi darme cuenta ya conocía a su familia y dábamos el paso de casarnos y hacernos nuestra casa, así que parece que esto iba en serio. Es verdad que no he de negar que echo mucho de menos Valladolid, mi gente, las calles, los sitios donde ir, pero sobre todo mi familia, echo de menos poderla ver cada día, abrazarla, pero bueno, esta ha sido mi decisión y estoy muy contenta de haberla tomado. Aquí después de tantos años, obviamente también tengo a mi gente. La verdad que caí en una familia de quitarse el sombrero, tuvimos la gran pena de perder a mi suegro, un gran hombre que ha dejado muchísima huella. Mi suegra siempre me ha tratado como si su hija fuera, pero sin duda tengo que resaltar a mi kuñi, he encontrado alguien que no tengo términos ni para describirla porque es simplemente extraordinaria, alguien que todo el mundo debería conocer, mi otra mitad en la relación de una amistad, que me entiende a cada instante y que sabe a la perfección como tratarme, alguien a quien admirar y alguien que no dejaré de querer nunca. Pero bueno el tiempo iba pasando, encontré mi actual trabajo que me dio una pequeña estabilidad y hace ya 5 años, que tuvimos a Ulises, y ya casi 3 a Mizar, el Cari no me ha podido hacer mejores regalos, porque aunque alguna vez salgamos un poco locos, y no podamos tener un segundo... esto...esto no se puede describir con palabras, esto es lo mejor que la vida te puede dar, y esto solo lo he conseguido viniendo a esta tierra, aquí, a Sotillo, que no solo el paisaje es muy bonito, sino la gente y sobre todo, sin que nadie se de por ofendido, la gente que a mi me ha tocado. En ésta familia que hemos creado tengo que destacar un pequeño hueco para otro miembro de la familia, que aunque no habla es uno más, Tres, que me encanta que se acurruque a mi lado a la hora de dormir. He pasado por buenos y malos, muy malos, momentos, siempre has estado a mi lado y solo espero que sigan siendo contigo, con el chico de ojos verdes que sigue haciendo que se me encoja el estómago, que me sigue dando momentos mágicos, y que los días se me pasan como si nada a su lado, y por que no, que siga siendo aquí, en Sotillo, en tu lugar, y en el lugar que a tí, mi ángel de la guarda, te encantaba venir, gracias por ayudarme desde donde estés, gracias por ser mi luz. Esther Sotillo del Rincón Lucas, desde Soria.Soria, 23 de abril de 2020
Buenos días a todos. Me llamo José Luis, aunque todo el mundo me llama Lucas. Es una historia muy larga de contar, así que la dejaremos para otro momento. Tengo 56 años. Como Luisi -que escribió en este blog el pasado día 17- viví en Carabanchel, Madrid, en la misma zona que ella describe: calle del General Ricardos, metro de Urgel. Mi casa y mi colegio estaban por allí y por esas calles y por esos descampados -la ciudad no estaba tan apretada como lo está ahora- transcurrió mi infancia y mi adolescencia. Allí -periferia de Madrid, más allá del río Manzanares- casi todos mis amigos y compañeros de clase tenían siempre un 'pueblo' al que iban en fines de semana o en vacaciones. No era mi caso: mis padres y mis abuelos eran de Madrid y nunca hubo un pueblo al que ir ni una olla de lomos que asaltar. El 'pueblo' era sinónimo de otra vida, de otro ritmo, de otra dimensión, para mí desconocida. La vida entonces en la ciudad se parecía a veces a la vida de vecindario hermanado que podía darse en el mundo rural, pero con un envoltorio diferente. Madrid era mucho Madrid y pasaban cosas extraordinarias que eran impensables en la vida de provincias. Y ahí se quedó la cosa. Fui creciendo. Mi familia era muy viajera y conocí pueblos de paso, conocí regiones muy diferentes y anduve mucho por España de turista, de tal manera que la sensación de ciudad 'moderna' que era Madrid se diluyó en lo que era verdaderamente nuestro país: un mosaico de paisanos heterogéneos que iba cada uno a lo suyo y que -por causa de la emigración interior que se dio en la posguerra- tenían muy buen reflejo en la capital. Cuando empecé a estudiar en la Universidad coincidió que uno de mis compañeros de clase era soriano y empecé a frecuentar esta provincia con asiduidad. Mi amistad con aquella persona no acabó del todo bien pero fui cultivando con los años otras relaciones con personas de Soria y su provincia. Comencé a conocerla. La gran ciudad se iba deteriorando en sus bondades -ultracapitalismo mediante- y con los años empecé a valorar las cualidades de Soria como ejemplo de lugar habitable, amable y abarcable a la medida de la persona. 'El Valle' siempre era una referencia 'noble' de lo que pasaba en la provincia. En Madrid tuvimos la suerte de contar con un alcalde -Enrique Tierno Galván- que había pasado parte de su infancia allí. Él contaba que en Valdeavellano pasó muchos momentos felices e incluso en su libro de memorias 'Cabos sueltos' hablaba en su primer capítulo de la mirada de los sorianos como algo destacable, por su sinceridad y su transparencia. Hasta que hubo un momento, en 2012, que decidí -por amor a una mujer, qué mejor excusa- venirme a vivir a Soria. Y al empadronarme aquí, encontré el 'pueblo' que yo estaba buscando. Un pueblo honesto y sincero, con las ventajas de las comunidades pequeñas, fácil de vivir, sencillo de conocer y gustoso de disfrutar. Después de pasar la vida en ciudades grandes -Madrid y Barcelona- Soria y su provincia me enseñaron la dimensión humana como la única posible: la que te hace desarrollarte como persona en relación directa y real con los demás y con la naturaleza que nos da sentido. Así que aquí estamos. Yo ya presumo de soriano cuando voy por el mundo y espero que los sorianos oriundos no se molesten por ello. Ya se sabe que los de la ciudad tenemos tendencia a apropiarnos de lo que nos gusta, a veces con cierta vehemencia... A pesar de que mis trabajos remunerados siguen dependiendo de las ciudades, en Soria he intentado cultivar mi faceta más creativa. Con mi 'pseudónimo' de Lucas Caraba quizá hayan visto o escuchado algunas de las ocurrencias artísticas que he realizado en estos años. Soria inspira, ya ha habido precedentes y los seguirá habiendo, porque aquí es fácil desnudar la mente y expresar los sentimientos. Os dejo aquí para que leáis -si os apetece- una colaboración que estoy realizando en la desconexión local del programa 'Hoy por hoy' de la Cadena SER en Soria -que dirige mi amigo Chema Díez- en la que escribo un 'Diario' del confinamiento forzoso que nos está tocando vivir en esta crisis sanitaria mundial del virus ese con forma de corona. Son apenas dos minutos de reflexiones diarias en las que intento contar -con ironía y un punto de descaro- la perplejidad y las dudas que nos surgen en estos días difíciles. Espero que os guste. Iremos actualizando los contenidos. Os envío a todos un saludo muy cordial. José Luis Diez Soria.
Joaquín, desde Sotillo del Rincón.Hola Antonio.
Mi experiencia en este confinamiento al estar pues en unas condiciones inmejorables con cierto espacio para pasear dentro de mi propia casa y en un pueblo donde la vida siempre ha sido tranquila pues no hay una gran diferencia excepto que obviamente no puedo ir a tomar un buen café al bar siento muchísimo la situación de muchas personas que están atrapadas en pisos pequeños y sentirse incomodísimos sin poder estirar las piernas o salir a correr a pasear etcétera durante casi un largo mes con los niños encerrados dentro lo único bueno de todo esto es que el planeta se está recuperando. Un abrazo. Joaquín (Casa de la monja)
Joaquin Pérez-Albert Sotillo del Rincón. Raquel, desde Huesca. Estamos todavía en febrero; o quizá es enero… no lo recuerdo bien. Viajamos a Sotillo desde Soria. Es la primera vez. Conocemos algo El Valle, pero aún somos nuevos sorianos. Nos falta mucho por ver. Sotillo está precioso. Hace frío, visitamos la biblioteca, vemos una rabosa… tarde completa.
Tenemos previsto proyectar unas 50 películas de aquí a final de verano en el pueblo; algunas al aire libre. En las radios últimamente se oye algo sobre un nuevo virus. Ha surgido en China. Es el Lejano Oriente; realmente suena tan lejano... Seguimos con lo nuestro. Aún así, parece que es distinto, desconocido, no sé. Sábado 7 de marzo. Primera proyección. Casi todo el pueblo ha venido, o eso pienso a juzgar por la cantidad de gente que hay en el local. Terminamos. Aplausos, sonrisas, alguna lagrimilla (quizá solo las mías, no lo sé… me emociono con facilidad). Los niños al futbolín; los mayores a “charrar”. Todo está tranquilo. Todo sigue su curso. Sábado, 14 de marzo. Ha pasado una semana: nada sigue su curso, todo está cambiando. Empezamos a incluir en nuestro vocabulario diario palabras como confinamiento, estado de alarma… Hoy es martes, 21 de abril. Sueño con ponerle películas a la fresca noche de verano soriana. Raquel Martínez Huesca. Roberto, desde Soria.ENRAIZAMIENTOS
Tengo un amigo en SOTILLO DEL RINCÓN
es Antonio un viejo amigo teatrero vallisoletano dinamizador de talentos sin patrocinador que, una lejanísima mañana, nos presentaron en La Juve de Soria. Pues así están las cosas
enclaustrados en casa viajando a través de los recuerdos En VALDEAVELLANO DE TERA tengo familia
Tere y Chus ahí, en Soria y en Almazán reunidos al cobijo de la casa de los abuelos Tere, Chus con sus vacas lecheras por el Valle aunque en Almazán fugándonos por algunos caminos. Pues así están las cosas
de caminata por nuestra casa desapareciendo a través del recuerdo Yo tenía un abuelo al que llamaban “Serrano”
zagal en estas sierras por mi ADN camina o corre, sin duda el aire libre de HINOJOSA DE LA SIERRA aroma perenne de judías pintas cocinadas a fuego lento de leña adnamantina con esas visitas al Monte incluso a tu huerto, “Serrano”. Pues así están las cosas
vamos y venimos somos de aquí o de allá Y termino.
En medio de EL ROYO, en su magnífica pradera rememoro el Provincial Escolar de Cross 2019 donde intentamos alcanzar la gloria atlética escolar de espectáculo deportivo que empujó el pueblo todo el Valle, todos los escolares que quedaban en Soria ya que el entrenador no olvida algunos detalles el viaje de ida por HINOJOSA y el de vuelta por SOTILLO que me invitó a café un primo de Yolanda ni el accidente en los columpios nada más bajar del autobús en la rodilla de Maya atleta sub12 que estaba en su mejor momento… Pues así son las cosas
en estos pueblos del Valle mestizaje, cooperación eficiente y desarrollo para todos Roberto Vega Peña Soria. Luisi, desde Madrid.Madrid. 17 de abril de 2020.
Mi nombre es Luisi y en estos días de confinamiento me vienen a la cabeza recuerdos entrañables y que recuerdo con mucho cariño. Siendo pequeña, tendría entre 7 y 9 años, recuerdo a mis padres –Carmelo y Maruja- llevándonos al río Manzanares. Bajábamos por General Ricardos desde nuestra casa en Urgel hasta unos merenderos que estaban en las orillas del río, en el Puente de Toledo. De camino, mi padre, se paraba en algunas de las huertas de lechugas y compraba alguna que lavaba en alguna de las fuentes porque Madrid estaba lleno de fuentes. El merendero estaba rodeado de parras y tenía muchas mesas en las que nos comíamos los filetes y las tortillas que preparaba mi madre. Algunas tardes terminábamos en el cine de verano comiendo unas riquísimas almendras que nos compraban o en el teatro Talía donde podías conocer a famosos cantantes de la época como a Marifé de Triana, la Paquera de Jerez o al Príncipe Gitano. También recuerdo las tardes de circo en Madrid. Los circos de payasos y fieras estaban en casi todos los barrios de Madrid. Tengo un recuerdo muy bonito. Cuando ya vivíamos en la calle de Toledo, recuerdo las carreras en patines con mis amigas. Aunque siempre me hubiera gustado tener mis propios patines, en aquella época nunca se podía. Íbamos a las Vistillas y se los alquilábamos por poco dinero al Sr. Vidal que era muy simpático. Parece mentira que me acuerde de su nombre y de cosas que me pasaron ayer no. Otro momento que me hace muy feliz eran las Verbenas del barrio. Siempre con el sonido de organillos en la Verbena de la Paloma. Nuestros padres nos compraban unos gorros y a la calle que nos íbamos. La gente era muy alegre aunque no tuviéramos un duro. Los patios se adornaban con cadenetas y entrabamos en los patios de las casas donde los vecinos nos invitaban a limonada y patatas fritas. Por último, también recuerdo que Madrid era una ciudad oscura y con las casas descacarilladas. Estos pensamientos siempre están ahí. Mª Luisa Centeno Sanchezrrando Madrid. Mari Paz, desde Argentina Queridos amigos y familia de Sotillo, de acuerdo a un pedido de Aranxta Matute, hija de mi primo León es que estoy escribiendo estas líneas para que me conozcaís.
Soy Mari Paz Martinez Blasco, hija de Berta y nieta de Dn. León Blasco Santiesteban, nacido en Sotillo del Rincón el 12 de abril de 1880 y fallecido en el mismo sitio el 6 de enero de 1936, él fue quien construyó en el año 1928, año del nacimiento de mi madre, la Casa Azul. Mi madre, con su madre Eleuteria Alonso Soto y sus dos hermanas, Nélida y Ester, luego de la muerte de mi abuelo, vinieron a la Argentina con la idea de arreglar los negocios de León y regresar a su amada Patria. Las diferentes circunstancias de la vida hicieron que se quedaran viviendo hasta su muerte aquí donde mi madre se casó con mi padre, Nicolás Martinez Boero , fruto de esa unión nacimos Macarena y yo. Desde siempre sentí que España era mi segunda patria, tanto como Madrid, lugar donde nació y vivió mi madre y Sotillo en donde la familia pasaba sus veraneos y estaba nuestra familia. Cuando cumplí 60 años, en 2004, me propuse cumplir mi sueño, conocer la patria de mi madre y conocer esos sitios de los que me hablaron desde que tengo memoria. Cuál fue mi emoción cuando por fin llegué a Sotillo y me encontré con mi familia, tengo mi corazón allí con ellos y con ese lugar tan querido, que siento mio también . Gracias a Dios he podido volver, en una oportunidad junto con Macarena y la última vez en 2017. Pensé que lo haría todos los años, pero la situación de mi país no ha ayudado mucho para que pudiera realizar ese viaje tan deseado. En estos momentos tan duros para toda la Humanidad, sólo sueño con que ésto pase y, cuando termine, sé que volveré a abrazar a todos mis queridos primos y a caminar por ese sitio que quiero con mi alma. Hasta pronto, Dios va a querer que pronto nos veamos, cuidaros y esperadme que pronto voy a volver a compartir con vosotros momentos inolvidables. Os quiero y los beso fuerte, hasta pronto, vuestra prima argentina, Mari Paz María de la Paz Martínez. Argentina. Rosa, desde EspejoRecuerdos del primer día que conocí Espejo de Tera.
Parte 1. La llegada. En el mes de enero de 1972, mi amigo Josete me pidió que le acompañase a Espejo, para conocer la casa que había comprado dos años antes. A 17 Km en la carretera Soria - Logroño dejamos la Nacional y nos adentramos en un camino lleno de baches y piedras que había que sortear para seguir adelante. Flanqueando el camino crecían unos pinos jóvenes recién plantados. Llegamos a la primera curva y el camino empezó a descender. Primero suave con curvas, hasta que en la última apareció una bajada larga con un gran desnivel. A un lado el monte y al otro el abismo, un cortado de bastantes metros de altura, por el que asomaban las ramas de los robles. No había más protección. Reconozco que estaba asustada. Pero el susto terminó cuando descubrí, al fondo, algo que me pareció irreal. El final de ese tortuoso camino terminaba en un puente romano - medieval. Todo el conjunto era de una gran belleza. Las enormes piedras que remataban el monte, colocadas sin ningún orden. Parecía que se iban a desprender en cualquier momento. El puente parecía traído de un cuento y colocado allí para crear algo mágico. El río el Tera bajaba con un gran caudal de agua, con una pequeña presa antes de pasar por los ojos del puente. Era el atardecer, había llovido y una luz extraña envolvía todo el conjunto. Brillaban las grandes piedras, brillaban las piedras del puente romano, cubiertas de musgo y líquenes, y brillaban las hojas de los robles con un intenso color canela. Nos quedamos un rato en aquel lugar, apreciando lo que la naturaleza y la mano del hombre nos estaba regalando. Silencio. Silencio solo roto por el murmullo del agua deslizándose entre las piedras del fondo del río Tera. Rosa
Espejo de Tera ...(Seguir leyendo) Parte 2. El pueblo. Y parte 3. La llegada. |
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