DIARIO DE UN CONFINADO... EN SORIA
Por Lucas Caraba. |
Textos leídos en la emisora SER-SORIA en el programa 'Hoy por hoy' durante el período de confinamiento en el estado de alarma por la crisis del coronavirus.
Ilustraciones de vídeos de Miriam Tello. Texto y voz de Lucas Caraba. |
CRÓNICA DEL DÍA 50
Buenos días. (sonido pajarillos) Así sonaba el sábado a las 7 de la mañana el Paseo de San Prudencio junto al Duero. Fue emocionante redescubrir el valor de las cosas sencillas, como escuchar el sonido de los ciclistas, los paseantes y los corredores que se habían levantado temprano para reencontrarse con la perdida normalidad. El ruido que hay en nuestras cabezas -noticias, normativas, horarios, aplausos, sanjuaneras, balcones con música... que ha aplacado medianamente nuestro estrés del encierro- se apagó de golpe y volvimos al silencio de los márgenes del Duero que nos resulta tan terapéutico y balsámico.
Luego cuando levantó el día la cosa se embarulló un poco, con la superpoblación de chándales que se produjo, pero en esencia los sorianos estaban contentos: hasta Cane encontró a los demás perros un poco más calmados que de costumbre. Mis vecinas de arriba sufrieron un poco porque veían a los abuelos un poco nerviosos e inseguros. Pero todo resultaba humanamente comprensible.
De las lesiones musculares no me preocupo porque en Soria hay muy buenos fisioterapeutas. De los contagios del virus aún hay que tener cuidadito. No se relajen. Pies de plomo.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 51
Buenos días. Mi madre, a pesar de no vivir muchos años, me dejó frases intensas que me han acompañado toda la vida. 'Contra pereza, diligencia', 'José Luis, métete la camiseta por dentro', o la mítica 'Si te aburres, cómprate un mono', eran frases que yo nunca quería oír. Y me revolvía. En esta época de desinformación interesada hay muchos que utilizan el recurso contrario para buscar la empatía: decir a la gente exactamente lo que quiere oír.
Fácil, ¿no? Cuando esos señores de barba -sí, los de las corbatas negras- me hablan de 'derechos fundamentales conculcados', lo primero que hago es palparme la cartera. Porque son ellos y los de su calaña los que siempre niegan esos derechos. Cuando dicen que se aproxima un estado bolivariano -pobre Simón Bolívar- me acuerdo de su pasado de poder absoluto y represión. Cuando exigen que se levanten todas las restricciones y se desescale así, a la brava, me acuerdo de hace diez minutos cuando denunciaban el inadmisible retraso en implantar esas mismas restricciones. La memoria sirve también para eso, para protegerse contra estos oportunistas que mienten por interés cada vez que hablan y solo dicen lo que la gente quiere oír.
'El criminal nunca gana' decía mi madre también. Esta frase es un buen remedio contra estos aprovechados porque, como bien saben los funambulistas, la única manera de no caerse del alambre es mirar siempre hacia adelante.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 52
Buenos días. Los niños, esos locos bajitos que decía Joan Manuel, también son objeto de disputa en esta salida de la crisis. Niños y niñas que se han portado muy bien y que no merecen escuchar de rebote que se hable de ellos en las noticias de los mayores. Pero ya se sabe que hay adultos que consideran a sus hijos de su propiedad en lugar de optar por una tutela temporal hasta que crezcan y adopten la cordura como un mal necesario.
No les basta con imponerles la ideología de la pizza industrial y la coca-cola, los protestones quieren más. Nosotros en Soria nos reímos un poco de las posibles clases de un máximo de 15 alumnos porque aquí es raro el aula que supera ese número. De hecho esta es una de las razones por las que la infancia en Soria es diferente: las niñas y las niños sorianos disfrutan educación pública de calidad y además no sufren la segregación por clase social o por género que se vive en otros lugares de España, en donde la pública solo es la educación de los pobres. Bendita despoblación.
Mis vecinas de arriba, que están todo el día teletrabajando y haciendo reuniones telemáticas, no se explican por qué no se dota a las familias de herramientas tecnológicas y conexiones a internet que igualen al alumnado para su educación a través de la red. Esto sí es necesario cuando se empieza a imponer un modelo mixto que no debería dar lugar a discriminación. El futuro ya es presente y puede ayudar a modernizar la manera que tienen los niños de acceder a las autopistas del conocimiento. Cualquier otra actitud es echarle la culpa al empedrado.
Cuídense y cuiden a su prole. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 53
Buenos días. Ayer, yendo en coche al hospital, escuché en directo el debate para ampliar el Estado de Alarma en las Cortes. Y recordé la diferencia entre agradecimiento y reproche.
En el hospital todo fueron sonrisas. Y mira que es difícil sonreír cuando te van a meter dos sondas en tu cuerpo. Pero esas mujeres, doctora, enfermeras, auxiliar, profesionales experimentadas, me inspiraban confianza y agradecimiento. Las imaginaba hace unas semanas entre el estrés de la crisis vírica y solo pude pensar en que quizá les habíamos aplaudido poco. Es su trabajo, de acuerdo, pero lo hacen bien y además se juegan la vida, y eso no todo el mundo puede decirlo.
En el Congreso, todo eran reproches al Gobierno. La oposición estuvo implacable. Ahí sí que me pareció que no todos justifican su sueldo debidamente, porque solo con impostura y 'ñañañá' no sé si se salva a un país de una epidemia mundial. También me pareció que, a veces, cuanto más das, más débil te ven y más te piden y cuanto menos contraatacas, más ridículos quedan los ataques de la otra parte. Es como el Aikido, un arte marcial en la que si alguien te agrede usas su fuerza para doblegarlo y aún tiene la delicadeza de no contarlo como una victoria sobre el otro sino sobre uno mismo. ¡Toma generosidad!
¿Y tú, qué? ¿Agradeces o reprochas? ¿Criticas o propones? ¿Hablas o escuchas? ¿Con qué actitud vamos a salir de esta?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 54
Buenos días. Heráclito, un pensador griego del siglo V a.c. ya lo dijo: "lo único permanente es el cambio". ¿No notan que después de casi ocho semanas de encierro, no somos los mismos? Vemos normal salir a la calle con mascarilla y que nos crucemos de acera cuando pasamos cerca de algún desconocido. Preguntamos todo el rato a la gente por su salud, como las abuelas. Vemos a los amigos más que antes, pero por videollamada. Hemos hecho todos los retos de facebook: las fotos de joven, los libros más leídos, los cuestionarios sobre gustos... Cocinamos más que nunca, leemos mucho, aprendemos palabros nuevos y sabemos que el SARS coronavirus 2 permanece activo tres días en la ropa y siete en el plástico. ¿O eran cinco? Ya no me acuerdo ni de cómo había que lavarse las manos.
En este tiempo no he aprendido a tocar el piano ni he acabado de ordenar el fondo de armario. Lo normal en la vida: aprendes y olvidas. He aprendido que la cuerda roja indica que el chorizo pica. (Pido disculpas: no lo sabía). He olvidado toser hacia adelante. Cuesta. Haces planes. Los cambias. Los anulas. Los vuelves a hacer. Con mis vecinas de arriba hemos hecho fotos a flores de un día y hemos vuelto a ver 'Doctor en Alaska'. No somos los mismos. ¿O sí?
Estamos en una ciber-pandemia que se dispersa por nuestros cerebros como el humo de nuestros coches por la atmósfera. La red ha propagado el virus más deprisa que el propio contagio. El miedo ha sido el caldo de cultivo; internet, su apóstol. Sobreinformación en nuestra hiperconexión. Somos carne de cañón.
Pero Cane, como buena perra, sabe que las buenas historias siempre tienen un 'twist', un giro, una sorpresa. ¿Cuál será nuestro 'twist'? Lo habrá seguro, aunque haya cosas que no cambien y sean las mismas: querremos tocarnos, besarnos, apretarnos. Pero, ¿de qué manera? Y sobre todo, ¿cuándo será eso? ¿Habrá verdaderos encuentros en la tercera fase? ¿O será todo un falso bulo, un bendito 'fake'?
Cuídense. Y sigan desescalándose con la radio. Hasta la próxima.
Buenos días. (sonido pajarillos) Así sonaba el sábado a las 7 de la mañana el Paseo de San Prudencio junto al Duero. Fue emocionante redescubrir el valor de las cosas sencillas, como escuchar el sonido de los ciclistas, los paseantes y los corredores que se habían levantado temprano para reencontrarse con la perdida normalidad. El ruido que hay en nuestras cabezas -noticias, normativas, horarios, aplausos, sanjuaneras, balcones con música... que ha aplacado medianamente nuestro estrés del encierro- se apagó de golpe y volvimos al silencio de los márgenes del Duero que nos resulta tan terapéutico y balsámico.
Luego cuando levantó el día la cosa se embarulló un poco, con la superpoblación de chándales que se produjo, pero en esencia los sorianos estaban contentos: hasta Cane encontró a los demás perros un poco más calmados que de costumbre. Mis vecinas de arriba sufrieron un poco porque veían a los abuelos un poco nerviosos e inseguros. Pero todo resultaba humanamente comprensible.
De las lesiones musculares no me preocupo porque en Soria hay muy buenos fisioterapeutas. De los contagios del virus aún hay que tener cuidadito. No se relajen. Pies de plomo.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 51
Buenos días. Mi madre, a pesar de no vivir muchos años, me dejó frases intensas que me han acompañado toda la vida. 'Contra pereza, diligencia', 'José Luis, métete la camiseta por dentro', o la mítica 'Si te aburres, cómprate un mono', eran frases que yo nunca quería oír. Y me revolvía. En esta época de desinformación interesada hay muchos que utilizan el recurso contrario para buscar la empatía: decir a la gente exactamente lo que quiere oír.
Fácil, ¿no? Cuando esos señores de barba -sí, los de las corbatas negras- me hablan de 'derechos fundamentales conculcados', lo primero que hago es palparme la cartera. Porque son ellos y los de su calaña los que siempre niegan esos derechos. Cuando dicen que se aproxima un estado bolivariano -pobre Simón Bolívar- me acuerdo de su pasado de poder absoluto y represión. Cuando exigen que se levanten todas las restricciones y se desescale así, a la brava, me acuerdo de hace diez minutos cuando denunciaban el inadmisible retraso en implantar esas mismas restricciones. La memoria sirve también para eso, para protegerse contra estos oportunistas que mienten por interés cada vez que hablan y solo dicen lo que la gente quiere oír.
'El criminal nunca gana' decía mi madre también. Esta frase es un buen remedio contra estos aprovechados porque, como bien saben los funambulistas, la única manera de no caerse del alambre es mirar siempre hacia adelante.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 52
Buenos días. Los niños, esos locos bajitos que decía Joan Manuel, también son objeto de disputa en esta salida de la crisis. Niños y niñas que se han portado muy bien y que no merecen escuchar de rebote que se hable de ellos en las noticias de los mayores. Pero ya se sabe que hay adultos que consideran a sus hijos de su propiedad en lugar de optar por una tutela temporal hasta que crezcan y adopten la cordura como un mal necesario.
No les basta con imponerles la ideología de la pizza industrial y la coca-cola, los protestones quieren más. Nosotros en Soria nos reímos un poco de las posibles clases de un máximo de 15 alumnos porque aquí es raro el aula que supera ese número. De hecho esta es una de las razones por las que la infancia en Soria es diferente: las niñas y las niños sorianos disfrutan educación pública de calidad y además no sufren la segregación por clase social o por género que se vive en otros lugares de España, en donde la pública solo es la educación de los pobres. Bendita despoblación.
Mis vecinas de arriba, que están todo el día teletrabajando y haciendo reuniones telemáticas, no se explican por qué no se dota a las familias de herramientas tecnológicas y conexiones a internet que igualen al alumnado para su educación a través de la red. Esto sí es necesario cuando se empieza a imponer un modelo mixto que no debería dar lugar a discriminación. El futuro ya es presente y puede ayudar a modernizar la manera que tienen los niños de acceder a las autopistas del conocimiento. Cualquier otra actitud es echarle la culpa al empedrado.
Cuídense y cuiden a su prole. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 53
Buenos días. Ayer, yendo en coche al hospital, escuché en directo el debate para ampliar el Estado de Alarma en las Cortes. Y recordé la diferencia entre agradecimiento y reproche.
En el hospital todo fueron sonrisas. Y mira que es difícil sonreír cuando te van a meter dos sondas en tu cuerpo. Pero esas mujeres, doctora, enfermeras, auxiliar, profesionales experimentadas, me inspiraban confianza y agradecimiento. Las imaginaba hace unas semanas entre el estrés de la crisis vírica y solo pude pensar en que quizá les habíamos aplaudido poco. Es su trabajo, de acuerdo, pero lo hacen bien y además se juegan la vida, y eso no todo el mundo puede decirlo.
En el Congreso, todo eran reproches al Gobierno. La oposición estuvo implacable. Ahí sí que me pareció que no todos justifican su sueldo debidamente, porque solo con impostura y 'ñañañá' no sé si se salva a un país de una epidemia mundial. También me pareció que, a veces, cuanto más das, más débil te ven y más te piden y cuanto menos contraatacas, más ridículos quedan los ataques de la otra parte. Es como el Aikido, un arte marcial en la que si alguien te agrede usas su fuerza para doblegarlo y aún tiene la delicadeza de no contarlo como una victoria sobre el otro sino sobre uno mismo. ¡Toma generosidad!
¿Y tú, qué? ¿Agradeces o reprochas? ¿Criticas o propones? ¿Hablas o escuchas? ¿Con qué actitud vamos a salir de esta?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 54
Buenos días. Heráclito, un pensador griego del siglo V a.c. ya lo dijo: "lo único permanente es el cambio". ¿No notan que después de casi ocho semanas de encierro, no somos los mismos? Vemos normal salir a la calle con mascarilla y que nos crucemos de acera cuando pasamos cerca de algún desconocido. Preguntamos todo el rato a la gente por su salud, como las abuelas. Vemos a los amigos más que antes, pero por videollamada. Hemos hecho todos los retos de facebook: las fotos de joven, los libros más leídos, los cuestionarios sobre gustos... Cocinamos más que nunca, leemos mucho, aprendemos palabros nuevos y sabemos que el SARS coronavirus 2 permanece activo tres días en la ropa y siete en el plástico. ¿O eran cinco? Ya no me acuerdo ni de cómo había que lavarse las manos.
En este tiempo no he aprendido a tocar el piano ni he acabado de ordenar el fondo de armario. Lo normal en la vida: aprendes y olvidas. He aprendido que la cuerda roja indica que el chorizo pica. (Pido disculpas: no lo sabía). He olvidado toser hacia adelante. Cuesta. Haces planes. Los cambias. Los anulas. Los vuelves a hacer. Con mis vecinas de arriba hemos hecho fotos a flores de un día y hemos vuelto a ver 'Doctor en Alaska'. No somos los mismos. ¿O sí?
Estamos en una ciber-pandemia que se dispersa por nuestros cerebros como el humo de nuestros coches por la atmósfera. La red ha propagado el virus más deprisa que el propio contagio. El miedo ha sido el caldo de cultivo; internet, su apóstol. Sobreinformación en nuestra hiperconexión. Somos carne de cañón.
Pero Cane, como buena perra, sabe que las buenas historias siempre tienen un 'twist', un giro, una sorpresa. ¿Cuál será nuestro 'twist'? Lo habrá seguro, aunque haya cosas que no cambien y sean las mismas: querremos tocarnos, besarnos, apretarnos. Pero, ¿de qué manera? Y sobre todo, ¿cuándo será eso? ¿Habrá verdaderos encuentros en la tercera fase? ¿O será todo un falso bulo, un bendito 'fake'?
Cuídense. Y sigan desescalándose con la radio. Hasta la próxima.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 7
CRÓNICA DEL DÍA 43
Buenos días. ¿Qué pensará el Sr. Lumbreras? ¿Cuáles serán sus planes? ¿Qué es hoy importante para el Sr. Lumbreras? Me refiero a Julio Lumbreras, 65 años, que entró en la UCI del Hospital de Torrejón el 27 de febrero y salió hace unos días después de estar 57 días peleando con el coronavirus. Lo sedaron al entrar cuando nadie sabía ni siquiera que este virus ya estaba entre nosotros y ahora ve la tele y no da crédito de lo que ha pasado en el mundo durante su ausencia.
Julio Lumbreras es un jubilado que cuando subió a planta tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos se hizo una foto con el personal sanitario que le había cuidado. Igual no estaban todos, porque en Madrid ya han vuelto los despidos. ¿Qué pensará Don Julio? ¿Aplaudiría?
¿Tuvo fuerzas ayer Julio Lumbreras para levantarse y asomarse a la ventana? Si así fue, pensaría que era el día de Reyes, con la calle llena de niños en bici o en patinete. Mis vecinas de arriba escuchaban con atención el nuevo sonido de las calles. Era gustoso. Cane se encontró con un niño que la abrazó y le dio una golosina. Estábamos contentos.
Me encantaría saber qué piensa el Sr. Lumbreras. Los otros 'lumbreras', los que arrojan bulos y culpas para embarrar la situación con sus corbatas negras, sus misas y sus prisas saben que Julio Lumbreras ha salido de peligro y no ha sido gracias a ellos.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 44
Buenos días. Me siento un poco anchoa en parada biológica. ¿Cuándo nos podrán volver a echar la red? Me refiero a redes de verdad que te capturen, te pillen, te atrapen, te saquen de tu soledad de anchoa de bandada y te pongan en un plato, en vinagre, enharinado, en salmuera... Cuándo nos vamos a poder juntar de una vez parejas, tríos, pequeñas multitudes... para darnos besos, abrazos, roces con o sin ánimo de lucro... Lo normal en los animales.
Pero estamos en un ERTE amoroso, un Expediente de Regulación Temporal de Enamoramientos. Por lo sexual o por lo sentimental, porque hay cosas que hay que decirse a la cara y no valen mensajitos ni gaitas. Ahora, en las relaciones personales tenemos capados el tacto, el olfato y el gusto. Activos la vista y el oído, y solo por pantalla. 60/40 sobre 100, mayoría absoluta de carencias.
Las parejas establecidas se quejan pero pueden escoger más o menos proximidad. Los solteros no. Y qué me dicen de cuando se levanten las restricciones, que habrá que ir convenciendo de nuestra buena salud para poder acercarnos a alguien... que esto va a ser como un casting malo de 'First dates'... No sé si mis vecinas de arriba tienen algo congelado, pero Cane y yo...
Somos náufragos y hemos llegado a esta playa con lo puesto. ¿Es la única salida seguir confinados indefinidamente? Porque si no, ¿de dónde viene, junto y nítido, tanto desasosiego?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 45
Buenos días. Vamos con las palabrejas de hoy. Asimetría: quiere decir que no todos saldremos a la vez en esta transición gradual y coordinada a la desesperada, digo a la desescalada. Las excepciones serán determinantes. Nueva normalidad: o sea, anormalidad, según el antiguo testamento. Normas para todo. Cojan papel y lápiz, no vaya a ser que explote su fibra óptica.
La Graciosa es una isla en la que ni siquiera hay calles asfaltadas. El Hierro, Formentera, La Gomera, paraísos pequeños y selectos, también saltan a Fase 1. Cómo debe molar saltar a Fase 1. Tiene gracia que los primeros sitios en los que se rebaje el confinamiento sean islas de difícil acceso. Anótenlas para el futuro, por si añoran la sensación de no poder salir de casa y la quieren experimentar al aire libre.
Si todo va bien, no vamos a estar encerrados ni tres meses. Qué son tres meses en una vida. No tengan prisa por volver a la rutina de antes: no vamos a volver nunca. Nos van a machacar a prohibiciones y volveremos a sufrir encierros y límites. Vayan vacunándose, pero sin vacuna, que no hay. Lo único irreparable es la muerte, los que han muerto, los que están muriendo, los que van a morir. Por mala suerte, por incompetencia, por avaricia, por desidia, por ignorancia...
¿Aprenderemos algo? Seguro. Pero lo más probable es que no sea nada de lo que esta pandemia nos está enseñando. Y el último, que cierre la puerta.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 46
Buenos días. Definitivamente, este país es anormal. Que está fuera de lo normal, quiero decir. Siempre hemos presumido de saberlo todo y de ser grandes discutidores de barra de bar, pero ahora, como los bares están cerrados y el fútbol suspendido, los entrenadores frustrados se han pasado a las pandemias. Peligro. Mis vecinas de arriba, Cane y yo hemos hecho una porra para ver quién acierta las fechas de las fases del desconfinamiento. Un lío. Los pronósticos son los siguientes:
Cane, pura generación Z, dice que todo va a seguir igual. Si acaso, sus paseos serán más largos, pero como buena perra que es, vive el momento y no especula con el futuro.
Mi vecina millenial teme que los límites provinciales se desdibujen si en plena fase 2 cae una tormenta de expertos en altas médicas y las mascarillas tipo FFP2 intentan sentarse en una terraza de la Plaza de Herradores.
Mi vecina generación X está preocupada por la distancia social de los restaurantes con mantel de puntada sin hilo cercanos a residencias privadas de ancianos en fase de acoplamiento.
Y yo, que soy 'baby boomer' creo que llegaremos a fase 3 justo después de la fase 2 y nunca antes de la fase de desfase. Todo presunto.
Los cuatro nos hemos matriculado en el máster que patrocinan unos señores de barba que tergiversa sobre el nudo windsor para corbatas de luto con gomilla. La unidad familiar es lo primero. ¿Está claro?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. ¿Qué pensará el Sr. Lumbreras? ¿Cuáles serán sus planes? ¿Qué es hoy importante para el Sr. Lumbreras? Me refiero a Julio Lumbreras, 65 años, que entró en la UCI del Hospital de Torrejón el 27 de febrero y salió hace unos días después de estar 57 días peleando con el coronavirus. Lo sedaron al entrar cuando nadie sabía ni siquiera que este virus ya estaba entre nosotros y ahora ve la tele y no da crédito de lo que ha pasado en el mundo durante su ausencia.
Julio Lumbreras es un jubilado que cuando subió a planta tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos se hizo una foto con el personal sanitario que le había cuidado. Igual no estaban todos, porque en Madrid ya han vuelto los despidos. ¿Qué pensará Don Julio? ¿Aplaudiría?
¿Tuvo fuerzas ayer Julio Lumbreras para levantarse y asomarse a la ventana? Si así fue, pensaría que era el día de Reyes, con la calle llena de niños en bici o en patinete. Mis vecinas de arriba escuchaban con atención el nuevo sonido de las calles. Era gustoso. Cane se encontró con un niño que la abrazó y le dio una golosina. Estábamos contentos.
Me encantaría saber qué piensa el Sr. Lumbreras. Los otros 'lumbreras', los que arrojan bulos y culpas para embarrar la situación con sus corbatas negras, sus misas y sus prisas saben que Julio Lumbreras ha salido de peligro y no ha sido gracias a ellos.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 44
Buenos días. Me siento un poco anchoa en parada biológica. ¿Cuándo nos podrán volver a echar la red? Me refiero a redes de verdad que te capturen, te pillen, te atrapen, te saquen de tu soledad de anchoa de bandada y te pongan en un plato, en vinagre, enharinado, en salmuera... Cuándo nos vamos a poder juntar de una vez parejas, tríos, pequeñas multitudes... para darnos besos, abrazos, roces con o sin ánimo de lucro... Lo normal en los animales.
Pero estamos en un ERTE amoroso, un Expediente de Regulación Temporal de Enamoramientos. Por lo sexual o por lo sentimental, porque hay cosas que hay que decirse a la cara y no valen mensajitos ni gaitas. Ahora, en las relaciones personales tenemos capados el tacto, el olfato y el gusto. Activos la vista y el oído, y solo por pantalla. 60/40 sobre 100, mayoría absoluta de carencias.
Las parejas establecidas se quejan pero pueden escoger más o menos proximidad. Los solteros no. Y qué me dicen de cuando se levanten las restricciones, que habrá que ir convenciendo de nuestra buena salud para poder acercarnos a alguien... que esto va a ser como un casting malo de 'First dates'... No sé si mis vecinas de arriba tienen algo congelado, pero Cane y yo...
Somos náufragos y hemos llegado a esta playa con lo puesto. ¿Es la única salida seguir confinados indefinidamente? Porque si no, ¿de dónde viene, junto y nítido, tanto desasosiego?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 45
Buenos días. Vamos con las palabrejas de hoy. Asimetría: quiere decir que no todos saldremos a la vez en esta transición gradual y coordinada a la desesperada, digo a la desescalada. Las excepciones serán determinantes. Nueva normalidad: o sea, anormalidad, según el antiguo testamento. Normas para todo. Cojan papel y lápiz, no vaya a ser que explote su fibra óptica.
La Graciosa es una isla en la que ni siquiera hay calles asfaltadas. El Hierro, Formentera, La Gomera, paraísos pequeños y selectos, también saltan a Fase 1. Cómo debe molar saltar a Fase 1. Tiene gracia que los primeros sitios en los que se rebaje el confinamiento sean islas de difícil acceso. Anótenlas para el futuro, por si añoran la sensación de no poder salir de casa y la quieren experimentar al aire libre.
Si todo va bien, no vamos a estar encerrados ni tres meses. Qué son tres meses en una vida. No tengan prisa por volver a la rutina de antes: no vamos a volver nunca. Nos van a machacar a prohibiciones y volveremos a sufrir encierros y límites. Vayan vacunándose, pero sin vacuna, que no hay. Lo único irreparable es la muerte, los que han muerto, los que están muriendo, los que van a morir. Por mala suerte, por incompetencia, por avaricia, por desidia, por ignorancia...
¿Aprenderemos algo? Seguro. Pero lo más probable es que no sea nada de lo que esta pandemia nos está enseñando. Y el último, que cierre la puerta.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 46
Buenos días. Definitivamente, este país es anormal. Que está fuera de lo normal, quiero decir. Siempre hemos presumido de saberlo todo y de ser grandes discutidores de barra de bar, pero ahora, como los bares están cerrados y el fútbol suspendido, los entrenadores frustrados se han pasado a las pandemias. Peligro. Mis vecinas de arriba, Cane y yo hemos hecho una porra para ver quién acierta las fechas de las fases del desconfinamiento. Un lío. Los pronósticos son los siguientes:
Cane, pura generación Z, dice que todo va a seguir igual. Si acaso, sus paseos serán más largos, pero como buena perra que es, vive el momento y no especula con el futuro.
Mi vecina millenial teme que los límites provinciales se desdibujen si en plena fase 2 cae una tormenta de expertos en altas médicas y las mascarillas tipo FFP2 intentan sentarse en una terraza de la Plaza de Herradores.
Mi vecina generación X está preocupada por la distancia social de los restaurantes con mantel de puntada sin hilo cercanos a residencias privadas de ancianos en fase de acoplamiento.
Y yo, que soy 'baby boomer' creo que llegaremos a fase 3 justo después de la fase 2 y nunca antes de la fase de desfase. Todo presunto.
Los cuatro nos hemos matriculado en el máster que patrocinan unos señores de barba que tergiversa sobre el nudo windsor para corbatas de luto con gomilla. La unidad familiar es lo primero. ¿Está claro?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 6
CRÓNICA DEL DÍA 36
Buenos días. Después del fin de semana de cocinamiento, que no salimos de la cocina, qué hartos parece que estamos todos de todo. Pero no. No estamos hartos, no, estamos cansados, un poco avergonzados de repetirnos. Y lo hacemos todo a hurtadillas, para que no se nos vea mucho. Las ocho de la tarde, aplaudimos a hurtadillas. Escuchamos las noticias y congelamos comida a hurtadillas. O de perfil. Cuando ceno con mis vecinas de arriba y la dejo en casa, Cane, ofendida, se pone de perfil. Vamos y venimos. Un día estamos a favor del método de recuento en Bélgica y al momento siguiente le ponemos una vela a María de la OMS. Pobre Organización Mundial de la Salud, que Trump le va a quitar la paga y nos va a repercutir a todos... Cuidado. María de las OMS, qué desgrasiaíta gitana tú eres teniéndolo to...
Coplillas para los que vienen a hurtadillas y se ponen de perfil: Mañueco, ese hombre, vino a Soria en visita 'privada' a hablar con los cargos del Hospital y no avisó a ningún medio, no dijo nada en público... ¿no quería que nadie le tocara las castañuelas? Pero si es el Presidente de la Junta de Castilla y León... A hurtadillas, que viene del latín... furtivo... Madre mía.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio, aunque sea a hurtadillas. Hasta mañana.
Buenos días. Después del fin de semana de cocinamiento, que no salimos de la cocina, qué hartos parece que estamos todos de todo. Pero no. No estamos hartos, no, estamos cansados, un poco avergonzados de repetirnos. Y lo hacemos todo a hurtadillas, para que no se nos vea mucho. Las ocho de la tarde, aplaudimos a hurtadillas. Escuchamos las noticias y congelamos comida a hurtadillas. O de perfil. Cuando ceno con mis vecinas de arriba y la dejo en casa, Cane, ofendida, se pone de perfil. Vamos y venimos. Un día estamos a favor del método de recuento en Bélgica y al momento siguiente le ponemos una vela a María de la OMS. Pobre Organización Mundial de la Salud, que Trump le va a quitar la paga y nos va a repercutir a todos... Cuidado. María de las OMS, qué desgrasiaíta gitana tú eres teniéndolo to...
Coplillas para los que vienen a hurtadillas y se ponen de perfil: Mañueco, ese hombre, vino a Soria en visita 'privada' a hablar con los cargos del Hospital y no avisó a ningún medio, no dijo nada en público... ¿no quería que nadie le tocara las castañuelas? Pero si es el Presidente de la Junta de Castilla y León... A hurtadillas, que viene del latín... furtivo... Madre mía.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio, aunque sea a hurtadillas. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 37
Buenos días. Cuando yo era pequeño, en mi ciudad no había fiestas. Teníamos un patrón -Isidro- y una patrona -Almudena- que yo me empeñaba en llamar matrona y todo el mundo me chistaba. ¡Niño! ¡Se dice Patrona! Lo único que teníamos era una verbena disfrazada de feria que se montaba en Mayo junto al Manzanares. Y sanseacabó.
Luego, cuando se pudo votar y salió Enrique Tierno de alcalde se empezaron a recuperar festejos. Y había unas fiestas de barrio que despuntaron a mediados de agosto, que se hacían más arriba de Lavapiés, en la calle Embajadores, en el Rastro, en el barrio donde nació mi madre. Eran las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y la Paloma.
La antigua iglesia de San Cayetano estaba en la calle Mesón de Paredes. Allí se casaron mis padres. El edificio se arruinó y en el solar hicieron un parque. A finales de los 80 se hacían allí los conciertos gratuitos en fiestas. Allí fui feliz mientras pude. Y pude bastante.
Muchos años más tarde, descubrí que en Soria, una ciudad apenas más grande que un pequeño barrio de Madrid, se hacían unas fiestas cuando empezaba el verano que me recordaban una parecida sensación de libertad. Y ya saben a lo que me refiero.
El solsticio llegará aunque el virus no quiera, los sanjuanes no se celebran pero seremos libres siempre por dentro. No arderá Soria; la dejamos en barbecho.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 38
Buenos días. Hay poca emoción en ir a comprar. O en ir al banco. O a la farmacia. Pero al final los niños podrán salir un poco de casa y no tener que hacer nada especial, solo salir a pasear. Pisar la calle. Enfocar lejos. Salir.
Mis vecinas de arriba dicen que los que nos gobiernan nos tratan como a niños malos. Tienen razón. Si aún nos trataran como a niños buenos podríamos aprender algo, pero en general lo que hacen con nosotros es tratarnos con desconfianza. Así vamos a estar siempre buscando la triquiñuela para escaparnos de las normas que nos imponen. Menos mal que los niños de verdad podrán salir por salir, sin nada concreto que desobedecer: Hay poca poesía en ir a hacer recados.
Hay poesía en salir con Cane a correr por los desmontes, pero esa figura literaria aún está prohibida. No hay poesía en la obediencia. Yo no quiero desobedecer todavía, quiero que me traten como una persona madura perteneciente a una sociedad madura que no termina de madurar porque es tratada siempre como si fuera un poco irresponsable. Y a lo mejor no lo es tanto.
Mañana es el día del libro. Del poeta Joan Margarit, Premio Cervantes de este año, este poema al hilo del momento:
"Como las gaviotas,
cruzando temporales
se aprende a planear.
Sobrevolar la vida para avanzar
usando la violencia del viento.
Igual que las gaviotas."
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el viernes..
CRÓNICA DEL DÍA 40
Buenos días. Chavalas y chavales: es momento de preparar el paseo. Nunca un paseo fue tan deseado y lo mejor es que no es solo un paseo; es un paseo al día. Domingo, lunes, martes, miércoles... Habéis aprendido mucho estos 40 días sin salir de casa, entre otras cosas a tener paciencia. Pero ahora es normal que estéis impacientes. Ayer escuchaba tras el aplauso de las 8 cómo le preguntaban a un niño qué juguete iba a sacar el domingo de paseo: ninguno, decía. Tenía tantas ganas de salir a la calle que no necesitaba nada más que eso: salir y echarle imaginación.
Mis vecinas de arriba, de pequeñas, paseaban a su caballo imaginario camino del colegio y luego bailaban jotas con él. Se vestían con faldas imaginarias de sus abuelas y se hacían fotos en las que salían guiñadas por el sol. Eran muy imaginativas, pero eso siempre es lo normal en los niños y en las niñas. A partir del domingo vuelve la imaginación a las calles. Voy a observarlo con detalle a ver si recordamos cómo se hacía.
Cane se imagina que persigue conejos cuando sueña. A mí me pasa despierto: empiezo a imaginar y a imaginar y me encuentro de pronto en la playa con los pies descalzos en la arena a punto de pegarme un baño. He oído que le pasa a más gente. Paciencia, todo llega.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. Cuando yo era pequeño, en mi ciudad no había fiestas. Teníamos un patrón -Isidro- y una patrona -Almudena- que yo me empeñaba en llamar matrona y todo el mundo me chistaba. ¡Niño! ¡Se dice Patrona! Lo único que teníamos era una verbena disfrazada de feria que se montaba en Mayo junto al Manzanares. Y sanseacabó.
Luego, cuando se pudo votar y salió Enrique Tierno de alcalde se empezaron a recuperar festejos. Y había unas fiestas de barrio que despuntaron a mediados de agosto, que se hacían más arriba de Lavapiés, en la calle Embajadores, en el Rastro, en el barrio donde nació mi madre. Eran las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y la Paloma.
La antigua iglesia de San Cayetano estaba en la calle Mesón de Paredes. Allí se casaron mis padres. El edificio se arruinó y en el solar hicieron un parque. A finales de los 80 se hacían allí los conciertos gratuitos en fiestas. Allí fui feliz mientras pude. Y pude bastante.
Muchos años más tarde, descubrí que en Soria, una ciudad apenas más grande que un pequeño barrio de Madrid, se hacían unas fiestas cuando empezaba el verano que me recordaban una parecida sensación de libertad. Y ya saben a lo que me refiero.
El solsticio llegará aunque el virus no quiera, los sanjuanes no se celebran pero seremos libres siempre por dentro. No arderá Soria; la dejamos en barbecho.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 38
Buenos días. Hay poca emoción en ir a comprar. O en ir al banco. O a la farmacia. Pero al final los niños podrán salir un poco de casa y no tener que hacer nada especial, solo salir a pasear. Pisar la calle. Enfocar lejos. Salir.
Mis vecinas de arriba dicen que los que nos gobiernan nos tratan como a niños malos. Tienen razón. Si aún nos trataran como a niños buenos podríamos aprender algo, pero en general lo que hacen con nosotros es tratarnos con desconfianza. Así vamos a estar siempre buscando la triquiñuela para escaparnos de las normas que nos imponen. Menos mal que los niños de verdad podrán salir por salir, sin nada concreto que desobedecer: Hay poca poesía en ir a hacer recados.
Hay poesía en salir con Cane a correr por los desmontes, pero esa figura literaria aún está prohibida. No hay poesía en la obediencia. Yo no quiero desobedecer todavía, quiero que me traten como una persona madura perteneciente a una sociedad madura que no termina de madurar porque es tratada siempre como si fuera un poco irresponsable. Y a lo mejor no lo es tanto.
Mañana es el día del libro. Del poeta Joan Margarit, Premio Cervantes de este año, este poema al hilo del momento:
"Como las gaviotas,
cruzando temporales
se aprende a planear.
Sobrevolar la vida para avanzar
usando la violencia del viento.
Igual que las gaviotas."
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el viernes..
CRÓNICA DEL DÍA 40
Buenos días. Chavalas y chavales: es momento de preparar el paseo. Nunca un paseo fue tan deseado y lo mejor es que no es solo un paseo; es un paseo al día. Domingo, lunes, martes, miércoles... Habéis aprendido mucho estos 40 días sin salir de casa, entre otras cosas a tener paciencia. Pero ahora es normal que estéis impacientes. Ayer escuchaba tras el aplauso de las 8 cómo le preguntaban a un niño qué juguete iba a sacar el domingo de paseo: ninguno, decía. Tenía tantas ganas de salir a la calle que no necesitaba nada más que eso: salir y echarle imaginación.
Mis vecinas de arriba, de pequeñas, paseaban a su caballo imaginario camino del colegio y luego bailaban jotas con él. Se vestían con faldas imaginarias de sus abuelas y se hacían fotos en las que salían guiñadas por el sol. Eran muy imaginativas, pero eso siempre es lo normal en los niños y en las niñas. A partir del domingo vuelve la imaginación a las calles. Voy a observarlo con detalle a ver si recordamos cómo se hacía.
Cane se imagina que persigue conejos cuando sueña. A mí me pasa despierto: empiezo a imaginar y a imaginar y me encuentro de pronto en la playa con los pies descalzos en la arena a punto de pegarme un baño. He oído que le pasa a más gente. Paciencia, todo llega.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 5
CRÓNICA DEL DÍA 29
Buenos días. Vuelta al cole o a lo que sea esto, después de las torrijas y las limonadas. Hay ratos que mis vecinas de arriba querrían salir de esta migraña y mirarnos desde fuera a ver qué somos. Qué parecemos. ¿Parecemos niños que necesitan volver a la normalidad? O tal vez no, porque ¿qué es normal? ¿Y si estuviésemos todos deseando no volver nunca a la normalidad?
Lo normal hoy era anormal hace un mes. Hoy Elena graba cada día canciones con su guitarra para sus alumnos y sus amigos y nos alegra. Óscar graba recetas para sus comensales desconocidos. Luz recita poemas para no caer en la indiferencia. Todo sirve. Todo es cultura.
¿Qué sería de nosotros sin los demás? La explosión de las videollamadas es un sucedáneo válido por no vernos en carne y hueso. Carne. Solo de pronunciar esa palabra me pongo nervioso.
Y hablando de huesos, Cane no quiere hacer cosas que no haya hecho nunca antes: no lo necesita. ¿Necesito leerme ahora 'Los miserables' de Víctor Hugo? Intentamos hacer cosas que nunca hemos hecho y nos cuestan. Dicen los psicólogos que la salud mental se cura con rutinas. Rutina suena a ruta pequeña y en realidad lo es: rutina es propiamente marchar por una ruta conocida.
Cuídense. Sobre todo de lo malo conocido. Ya hablaremos de lo desconocido. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 30
Buenos días. Hoy es 14 de abril y he empezado a leer 'Los miserables'. Mi padre lo tenía como novela de cabecera y no sé cuántas veces pudo leerla. Él era republicano, su familia fue represaliada tras la guerra civil y se pasó cuarenta años disimulando, para que no se notara de qué pie cojeaba. Qué les voy a contar.
Ya que te pones a leer una novela que en edición de bolsillo tiene 1347 páginas, buscas su significado en el diccionario. Miserable. Persona ruin o canalla. O extremadamente tacaña. O extremadamente pobre. Víctor Hugo habla más de los pobres pero hoy día se hacen notar más los de la primera acepción: ruines y canallas; los que dicen que los errores del gobierno esconden una especie de eutanasia masiva. Miserables. Los que manipulan los datos y no proponen más medida que culpar al rival de las muertes. Miserables. Los que aplauden cada día a las 8 en las ventanas y luego quieren mandar lejos a su vecino de escalera porque es médico o enfermera y puede traerles el virus a su casa. Miserables.
Hablo con mis vecinas de arriba sobre lo que nos está pasando mientras vemos películas y series de ficción. Todos estamos disimulando. Rasco un poco a Cane en el cuello, como hacía mi padre con los perros. Está engordando. Dicen que, de media, cada español lleva engordados entre tres y cinco kilos. Hoy hace justamente un mes que empezamos a disimular.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 31
Buenos días. Ayer leí que empezaba el tercer trimestre de este curso escolar y a poco me da un telele. Pobres profesores. Pobres profesoras. Pobres alumnos y alumnas que no disponen de medios digitales. En esta crisis todos estamos quedando retratados en lo bueno y en lo malo y en lo peor; ayer mencionamos el odio intervecinal hacia los que están cerca del virus y hoy vamos al otro extremo: el amor al alumno descarriado.
Alumnos que dependen del móvil para sentirse vivos han declarado que sus profesores les acosan con mensajes y tareas inabarcables. Otros dicen que gracias a sus profesoras están entendiendo que su vida depende de ellos mismos y poner excusas es un suma y sigue hasta el siguiente Tik-Tok. ¡Para, que me quedo sin datos!
Pero datos, de los de verdad, nos sobran. Quizá porque soy tan antiguo que estrené la EGB en 1970 y he tenido que reciclarme del tardofranquismo al neoimbecilismo, digo que hay que apoyar con todo a nuestros docentes. Creo que se les dejó solos hace mucho tiempo al confundir interesadamente enseñanza con educación. Y hoy día, tanto niño sostenido solamente por sus profesores es algo intolerable.
Del tercer trimestre hacia el infinito, los estudiantes pueden contar con sus profes. Aunque iría mejor si les devolvieran, alumnos y padres, un poco más de cariño.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 32
Buenos días. Cada día temprano cuando salgo con Cane y voy decidiendo de qué voy a escribir el diario, me escucho hablando solo y pienso que los psicólogos del mundo van a acabar reventados. Entre tanta variedad de cifras sobre contagiados, curados, muertos y enterrados, ganan los confundidos. Yo tengo la suerte de tener a mi perra -que me impone los hábitos- y mis vecinas de arriba -que me dan la 'toma de tierra' por así decirlo-, pero lo normal es otra cosa. Sobre todo soledad. Dicen que las redes y sus contenidos entretienen y acompañan, y que esta crisis sin internet estaría siendo mucho más desesperante, es verdad, pero hay una brecha básica que es un muro para mucha gente.
De pequeño yo jugaba a los yogures vacíos unidos por un cordel. Hoy hay muchos voluntarios que desde ONGs hacen seguimiento de personas solas y hablan con mayores sin familiares, les mandan voces amigas y les mantienen en contacto con otros. Es reconfortante que te hablen al oído y te trasmitan lo básico: la voz, la compañía de alguien que nos personaliza.
Psicología. La famosa brecha digital es consecuencia de la brecha social que nos ha traído el hipercapitalismo reinante. Ya hay hijos de parejas separadas que eligen estar con uno u otra según las prestaciones de conexión que tengan en cada casa. El tipo de cordel, la separación entre yogures, los megabytes por segundo... Tanto tienes, tanto vales. Para comer y para estar conectado. Y todavía hay quien dice que en este país no hacen falta rentas mínimas garantizadas...
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 33
Buenos días. Diga 33. Ahora diga 'desescalar'. La palabra seria es hoy 'desescalar'. Las palabras serias se acuñan, como las monedas, en un lugar secreto al que no podemos acceder los curritos de a pie, que solo tenemos poder para inventarnos palabras de segunda, como tirria, blandengue o chafardear, que es como cotillear pero en catalán.
Nuestras palabras de segunda hay que repetirlas muchas veces mucho tiempo para que las incluyan en el diccionario. En cambio las palabras serias nos las imponen por tierra, mar y aire en un tiempo limitado hasta que la usamos por decreto. Luego se inventan otras. El léxico es flexible. Desescalar. ¿Es lo contrario de escalar? ¿O lo mismo que escalonar? Después de escalar el pico de la curva de la pandemia, habrá que desescalarlo, digo yo, igual la cosa va por ahí. Pero quién habla de 'pico' ahora... O si tomamos 'escalar' como dar proporción a algo, ¿hay que desproporcionar, qué se yo, los argumentos? Siempre me han gustado los argumentos desproporcionados, son como las muchedumbres enfervorecidas, que nunca sabes por dónde van a tirar.
La realidad es que las muchedumbres hoy tienen miedo y necesitan alguien que les tranquilice, sea gobierno, oposición o vecinas de arriba. A mí me tranquilizan ellas. A Cane, cuando truena, la tranquilizo yo y cuando empiece el desescalamiento esperemos que nos desescalemos escalonadamente porque si no, nos van a llover virus como panes.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. Vuelta al cole o a lo que sea esto, después de las torrijas y las limonadas. Hay ratos que mis vecinas de arriba querrían salir de esta migraña y mirarnos desde fuera a ver qué somos. Qué parecemos. ¿Parecemos niños que necesitan volver a la normalidad? O tal vez no, porque ¿qué es normal? ¿Y si estuviésemos todos deseando no volver nunca a la normalidad?
Lo normal hoy era anormal hace un mes. Hoy Elena graba cada día canciones con su guitarra para sus alumnos y sus amigos y nos alegra. Óscar graba recetas para sus comensales desconocidos. Luz recita poemas para no caer en la indiferencia. Todo sirve. Todo es cultura.
¿Qué sería de nosotros sin los demás? La explosión de las videollamadas es un sucedáneo válido por no vernos en carne y hueso. Carne. Solo de pronunciar esa palabra me pongo nervioso.
Y hablando de huesos, Cane no quiere hacer cosas que no haya hecho nunca antes: no lo necesita. ¿Necesito leerme ahora 'Los miserables' de Víctor Hugo? Intentamos hacer cosas que nunca hemos hecho y nos cuestan. Dicen los psicólogos que la salud mental se cura con rutinas. Rutina suena a ruta pequeña y en realidad lo es: rutina es propiamente marchar por una ruta conocida.
Cuídense. Sobre todo de lo malo conocido. Ya hablaremos de lo desconocido. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 30
Buenos días. Hoy es 14 de abril y he empezado a leer 'Los miserables'. Mi padre lo tenía como novela de cabecera y no sé cuántas veces pudo leerla. Él era republicano, su familia fue represaliada tras la guerra civil y se pasó cuarenta años disimulando, para que no se notara de qué pie cojeaba. Qué les voy a contar.
Ya que te pones a leer una novela que en edición de bolsillo tiene 1347 páginas, buscas su significado en el diccionario. Miserable. Persona ruin o canalla. O extremadamente tacaña. O extremadamente pobre. Víctor Hugo habla más de los pobres pero hoy día se hacen notar más los de la primera acepción: ruines y canallas; los que dicen que los errores del gobierno esconden una especie de eutanasia masiva. Miserables. Los que manipulan los datos y no proponen más medida que culpar al rival de las muertes. Miserables. Los que aplauden cada día a las 8 en las ventanas y luego quieren mandar lejos a su vecino de escalera porque es médico o enfermera y puede traerles el virus a su casa. Miserables.
Hablo con mis vecinas de arriba sobre lo que nos está pasando mientras vemos películas y series de ficción. Todos estamos disimulando. Rasco un poco a Cane en el cuello, como hacía mi padre con los perros. Está engordando. Dicen que, de media, cada español lleva engordados entre tres y cinco kilos. Hoy hace justamente un mes que empezamos a disimular.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 31
Buenos días. Ayer leí que empezaba el tercer trimestre de este curso escolar y a poco me da un telele. Pobres profesores. Pobres profesoras. Pobres alumnos y alumnas que no disponen de medios digitales. En esta crisis todos estamos quedando retratados en lo bueno y en lo malo y en lo peor; ayer mencionamos el odio intervecinal hacia los que están cerca del virus y hoy vamos al otro extremo: el amor al alumno descarriado.
Alumnos que dependen del móvil para sentirse vivos han declarado que sus profesores les acosan con mensajes y tareas inabarcables. Otros dicen que gracias a sus profesoras están entendiendo que su vida depende de ellos mismos y poner excusas es un suma y sigue hasta el siguiente Tik-Tok. ¡Para, que me quedo sin datos!
Pero datos, de los de verdad, nos sobran. Quizá porque soy tan antiguo que estrené la EGB en 1970 y he tenido que reciclarme del tardofranquismo al neoimbecilismo, digo que hay que apoyar con todo a nuestros docentes. Creo que se les dejó solos hace mucho tiempo al confundir interesadamente enseñanza con educación. Y hoy día, tanto niño sostenido solamente por sus profesores es algo intolerable.
Del tercer trimestre hacia el infinito, los estudiantes pueden contar con sus profes. Aunque iría mejor si les devolvieran, alumnos y padres, un poco más de cariño.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 32
Buenos días. Cada día temprano cuando salgo con Cane y voy decidiendo de qué voy a escribir el diario, me escucho hablando solo y pienso que los psicólogos del mundo van a acabar reventados. Entre tanta variedad de cifras sobre contagiados, curados, muertos y enterrados, ganan los confundidos. Yo tengo la suerte de tener a mi perra -que me impone los hábitos- y mis vecinas de arriba -que me dan la 'toma de tierra' por así decirlo-, pero lo normal es otra cosa. Sobre todo soledad. Dicen que las redes y sus contenidos entretienen y acompañan, y que esta crisis sin internet estaría siendo mucho más desesperante, es verdad, pero hay una brecha básica que es un muro para mucha gente.
De pequeño yo jugaba a los yogures vacíos unidos por un cordel. Hoy hay muchos voluntarios que desde ONGs hacen seguimiento de personas solas y hablan con mayores sin familiares, les mandan voces amigas y les mantienen en contacto con otros. Es reconfortante que te hablen al oído y te trasmitan lo básico: la voz, la compañía de alguien que nos personaliza.
Psicología. La famosa brecha digital es consecuencia de la brecha social que nos ha traído el hipercapitalismo reinante. Ya hay hijos de parejas separadas que eligen estar con uno u otra según las prestaciones de conexión que tengan en cada casa. El tipo de cordel, la separación entre yogures, los megabytes por segundo... Tanto tienes, tanto vales. Para comer y para estar conectado. Y todavía hay quien dice que en este país no hacen falta rentas mínimas garantizadas...
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 33
Buenos días. Diga 33. Ahora diga 'desescalar'. La palabra seria es hoy 'desescalar'. Las palabras serias se acuñan, como las monedas, en un lugar secreto al que no podemos acceder los curritos de a pie, que solo tenemos poder para inventarnos palabras de segunda, como tirria, blandengue o chafardear, que es como cotillear pero en catalán.
Nuestras palabras de segunda hay que repetirlas muchas veces mucho tiempo para que las incluyan en el diccionario. En cambio las palabras serias nos las imponen por tierra, mar y aire en un tiempo limitado hasta que la usamos por decreto. Luego se inventan otras. El léxico es flexible. Desescalar. ¿Es lo contrario de escalar? ¿O lo mismo que escalonar? Después de escalar el pico de la curva de la pandemia, habrá que desescalarlo, digo yo, igual la cosa va por ahí. Pero quién habla de 'pico' ahora... O si tomamos 'escalar' como dar proporción a algo, ¿hay que desproporcionar, qué se yo, los argumentos? Siempre me han gustado los argumentos desproporcionados, son como las muchedumbres enfervorecidas, que nunca sabes por dónde van a tirar.
La realidad es que las muchedumbres hoy tienen miedo y necesitan alguien que les tranquilice, sea gobierno, oposición o vecinas de arriba. A mí me tranquilizan ellas. A Cane, cuando truena, la tranquilizo yo y cuando empiece el desescalamiento esperemos que nos desescalemos escalonadamente porque si no, nos van a llover virus como panes.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 4
CRÓNICA DEL DÍA 22
Buenos días. Me van a permitir, ya que ayer fue domingo de ramos de rosas en el mar, decirles que al alba, alborea, que es un verbo que me enseñó una mujer de ojos verdes en un tiempo en que había ganas de miradas, caricias, besos y abrazos. O sea, ganas de todo lo que no se puede hacer en este confinamiento, que parecía eterno pero del que ya se avecina un final. Ese día que se avecina viene con hambre atrasada de contacto y de calor. Cane pide dos o tres segundos de ternura mientras espera a que terminemos la paella para recibir las sobras, pocas, pero sabrosas.
La famosa curva desciende, se aplana, se hace rechoncha a las cuatro y diez, como dijo el poeta que apenas nada más ayer nunca murió. Mis vecinas de arriba se visten de primavera para recibir las buenas noticias que nos llegan: se cura más gente cada día y de alguna manera tendrán que olvidarse de los malos ratos los que, como Elena y tantos otros, han pasado esa enfermedad que pasaba por aquí con la incertidumbre de la fiebre y los dolores. Este virus se cura. Aunque haya gente que quiera que todo vaya mal para así decir que tenían razón, no todo va a ir mal. De hecho, ya está yendo mejor.
Esta semana viene con la certeza de la belleza reventando los corazones.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 23
Buenos días. Mis padres murieron a la edad que yo tengo ahora y si vivieran hoy estarían en el grupo de vulnerables. ¿Qué pensarían? ¿Tendrían miedo? Cane, mi perra, tose por el humo cuando pasamos al lado del crematorio. Se calcula que una tercera parte de los fallecidos por el Covid-19 en España eran ancianos y ancianas que estaban en residencias privadas o concertadas, que no recibieron tratamiento, que no fueron trasladadas a hospitales y que en su mayoría murieron solas, sin la presencia de sus familiares. Testimonios de personal sanitario que nos van llegando hablan de situaciones de desamparo en las que ellos y ellas ejercieron la labor paliativa de acompañar a estos mayores en sus últimos suspiros. Esta es la verdadera humanidad.
Mis vecinas de arriba aborrecen a los idiotas -los covidiotas- que solo quieren hablar ya del día después de todo esto, porque el mañana no va a ser cosa de un día y hay mucho que aprender. Hay muchos frentes abiertos para que los vivos puedan sobrevivir sin malvivir, víctimas de vivales que ganan dinero con exprimir a nuestros
ancianos y explotar a los trabajadores. La economía feudal absoluta que estamos soportando nos va a dejar malheridos sin posibilidad de cicatrización si no cambiamos algo.
Prioricemos. Exijamos reparación y cambios de conducta. No se puede pasar página, esto debe ser un desplegable. Plegarse es entregarse.
De momento, cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 24
Buenos días. Ahora que tenemos vacaciones en santo confinamiento y vamos a estar varios días sin salir a las ondas habrá que ayudar a generar un relato. Una historia, una manera de contar las cosas que nos resulte convincente, atractiva, seductora, amena. El relato. Un relato para imponer en la opinión pública por comparación con otros relatos. Si yo salgo con Cane a pasear por el terraplén del descampado más cercano a casa y lo cuento a voces desde mi balcón, pues poca emoción tiene. En cambio si pongo un tuit y digo que hemos trotado por montes y cañadas, ya la cosa cambia.
Elijan relato. Si digo que hace falta un pacto de Estado para relanzar el país puedo proponer reuniones o puedo repartir mascarillas con la bandera de España, por ejemplo. ¿Qué es más efectivo? ¿Un voluntario de Cruz Roja repartiendo alimentos a domicilio o un Nazareno en excedencia? A priori no se sabe. ¿Bajar impuestos o dar una renta mínima universal? Mmmmm, no sabemos. Pero de momento, historia va, historia viene, vamos pasando el rato.
¿Se acuerdan cuando llegamos a los primeros 500 muertos? No hace ni tres semanas; hoy ya vamos camino de los 15.000. Llevarse el gato al agua o arrimar el ascua a la sardina, ¿qué es mejor? Mis vecinas de arriba -que son ingenieras- dicen que hagamos más caso a los técnicos. ¿De jefes de servicio para arriba o de sargentos para abajo? ¿Barón rojo o Dúo dinámico? ¿Mónica Naranjo o Gloria Gaynor? Elijan relato.
Cuídense y recen para adentro, que si no, no nos vamos a aclarar. Y sigan escuchando
la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. Me van a permitir, ya que ayer fue domingo de ramos de rosas en el mar, decirles que al alba, alborea, que es un verbo que me enseñó una mujer de ojos verdes en un tiempo en que había ganas de miradas, caricias, besos y abrazos. O sea, ganas de todo lo que no se puede hacer en este confinamiento, que parecía eterno pero del que ya se avecina un final. Ese día que se avecina viene con hambre atrasada de contacto y de calor. Cane pide dos o tres segundos de ternura mientras espera a que terminemos la paella para recibir las sobras, pocas, pero sabrosas.
La famosa curva desciende, se aplana, se hace rechoncha a las cuatro y diez, como dijo el poeta que apenas nada más ayer nunca murió. Mis vecinas de arriba se visten de primavera para recibir las buenas noticias que nos llegan: se cura más gente cada día y de alguna manera tendrán que olvidarse de los malos ratos los que, como Elena y tantos otros, han pasado esa enfermedad que pasaba por aquí con la incertidumbre de la fiebre y los dolores. Este virus se cura. Aunque haya gente que quiera que todo vaya mal para así decir que tenían razón, no todo va a ir mal. De hecho, ya está yendo mejor.
Esta semana viene con la certeza de la belleza reventando los corazones.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 23
Buenos días. Mis padres murieron a la edad que yo tengo ahora y si vivieran hoy estarían en el grupo de vulnerables. ¿Qué pensarían? ¿Tendrían miedo? Cane, mi perra, tose por el humo cuando pasamos al lado del crematorio. Se calcula que una tercera parte de los fallecidos por el Covid-19 en España eran ancianos y ancianas que estaban en residencias privadas o concertadas, que no recibieron tratamiento, que no fueron trasladadas a hospitales y que en su mayoría murieron solas, sin la presencia de sus familiares. Testimonios de personal sanitario que nos van llegando hablan de situaciones de desamparo en las que ellos y ellas ejercieron la labor paliativa de acompañar a estos mayores en sus últimos suspiros. Esta es la verdadera humanidad.
Mis vecinas de arriba aborrecen a los idiotas -los covidiotas- que solo quieren hablar ya del día después de todo esto, porque el mañana no va a ser cosa de un día y hay mucho que aprender. Hay muchos frentes abiertos para que los vivos puedan sobrevivir sin malvivir, víctimas de vivales que ganan dinero con exprimir a nuestros
ancianos y explotar a los trabajadores. La economía feudal absoluta que estamos soportando nos va a dejar malheridos sin posibilidad de cicatrización si no cambiamos algo.
Prioricemos. Exijamos reparación y cambios de conducta. No se puede pasar página, esto debe ser un desplegable. Plegarse es entregarse.
De momento, cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 24
Buenos días. Ahora que tenemos vacaciones en santo confinamiento y vamos a estar varios días sin salir a las ondas habrá que ayudar a generar un relato. Una historia, una manera de contar las cosas que nos resulte convincente, atractiva, seductora, amena. El relato. Un relato para imponer en la opinión pública por comparación con otros relatos. Si yo salgo con Cane a pasear por el terraplén del descampado más cercano a casa y lo cuento a voces desde mi balcón, pues poca emoción tiene. En cambio si pongo un tuit y digo que hemos trotado por montes y cañadas, ya la cosa cambia.
Elijan relato. Si digo que hace falta un pacto de Estado para relanzar el país puedo proponer reuniones o puedo repartir mascarillas con la bandera de España, por ejemplo. ¿Qué es más efectivo? ¿Un voluntario de Cruz Roja repartiendo alimentos a domicilio o un Nazareno en excedencia? A priori no se sabe. ¿Bajar impuestos o dar una renta mínima universal? Mmmmm, no sabemos. Pero de momento, historia va, historia viene, vamos pasando el rato.
¿Se acuerdan cuando llegamos a los primeros 500 muertos? No hace ni tres semanas; hoy ya vamos camino de los 15.000. Llevarse el gato al agua o arrimar el ascua a la sardina, ¿qué es mejor? Mis vecinas de arriba -que son ingenieras- dicen que hagamos más caso a los técnicos. ¿De jefes de servicio para arriba o de sargentos para abajo? ¿Barón rojo o Dúo dinámico? ¿Mónica Naranjo o Gloria Gaynor? Elijan relato.
Cuídense y recen para adentro, que si no, no nos vamos a aclarar. Y sigan escuchando
la radio. Hasta el lunes.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 3
CRÓNICA DEL DÍA 15
Buenos días. Domingo de flexiones y de reflexiones. Flexiones para el cuerpo y reflexiones para el espíritu. Pensar es muy útil en estos días, aprovechando el silencio presente. ¿Qué va a ser de lo urgente cuando se nos calmen las urgencias?
Durante el fin de semana mis vecinas de arriba han aprovechado para limpiar los cristales de la galería y ahora todo puede verse más claro. Se ve que vamos a vivir un largo domingo. Se ve que hay que estar muy alerta ante los que pretenden engañarnos. Se ve que hay muchos que van a tener que recular y comerse sus palabras. Vamos hacia la autogestión. Se levantan las nieblas.
Ahora a las 8 de la tarde es completamente de día y la gente ve las caras de los vecinos que salen a aplaudir a las ventanas y balcones. En el barrio hubo disputa entre los que querían escuchar 'Resistiré' y los que lo intentaron con el coro de los esclavos de 'Nabucco' de Verdi: 'Vuela pensamiento, en alas doradas'... Cane estuvo a punto de ladrar. Ganó el producto local, como era de esperar. Pero cuando la gente se canse de repetir siempre las mismas consignas no me extrañaría que nos pasáramos a filosofías un poco más profundas. Mejoraremos.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 16
Buenos días. Dice mi perra Cane que ha leído que Donald J. Trump presume de haber ayudado "mucho" a España en esta crisis del coronavirus y la verdad verdadera es que a quien ha ayudado es a Soria. Nos ha mandado todo lo necesario para mantener nuestro status de superpotencia despoblada, a saber: desasistencia, anuncios dilatorios y dejación de la mano de dios, si es que existe ese concepto. Menos mal que está la Junta de Castilla y León. ¿Que la Junta ha dicho qué? ¿Que nos van a mandar a Burgos o a Valladolid si hiciese falta? Todos tranquilos. La vida sigue igual.
Mis vecinas de arriba proponen que esta tarde a las ocho cantemos a Julio Iglesias en lugar del Dúo Dinámico. Tiene más 'grammys' y vive en Miami.
Estamos expuestos. Nos faltan profesionales sanitarios. Nos falta atención y consuelo. Nos faltan más políticos que clamen por nuestras necesidades. El alcalde de Soria trasmitía ayer desesperación en sus peticiones. Cómo no. Yo en su lugar ya habría dado un puñetazo en la mesa. Quizá él ya lo ha hecho.
De esta hay que declarar la independencia. Soria ya nos vale.
Cuídense más que nunca. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 17
Buenos días. Cuando a Cane le prohíbes algo, le dan unas ganas locas de saltarse la prohibición. Conozco más casos. A ella se le nota en el hocico porque se le afila y te lo mete debajo del jersey. Me pasaba ya a mí cuando era niño y sabía que algún día tendría que hacer el Servicio Militar. Mi madre me decía que no me preocupara, que faltaba mucho para eso. Y ahí me aficioné al ejercicio de la prórroga.
Dicen mis vecinas de arriba que en Soria tenemos disponible una hectárea para cada uno de sus habitantes. Ellas saben medir y eso me da tranquilidad, me da espacio para pensar. Acordarme de esos diez mil metros cuadrados libres me trae a la cabeza cómo conseguí librarme de hacer la 'mili': a base de muchas prórrogas, una detrás de otra. La procrastinación perfecta.
Al final de esta prórroga obligada que estamos viviendo nos espera nuestra hectárea, y mientras tanto gracias a Chema, a Loli, a Isabel, a José Carlos, y gracias a tantas otras personas de las cuales no conozco siquiera el nombre y que informan, entretienen, ayudan y orientan en los medios de una manera honesta y veraz, podemos seguir pensando en ver la luz y el espacio al final de este túnel. Hace unos días, una lumbrera con barba decía que el gobierno daba solo las noticias positivas y se olvidaba de las malas noticias interesadamente. ¿A quién le interesan solo las noticias negativas? ¿A los virus, quizás?
Sigan cuidándose. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 18
Buenos días. En estos días de mucha tele y mucha radio y mucho de todo, Cane ha encontrado su canal canino: enroscada en su cama espera la hora de su salida como si fuera cada día un nuevo e inesperado giro del guión. Siempre se pone contenta para salir, como mis vecinas de arriba y yo siempre nos ponemos contentos cuando en la teleserie que nos está tocando vivir hay algún 'twist' y se nos ocurre alguna tarea nueva para nuestros personajes.
El 'reality show' que estamos sufriendo con este virus de las narices tiene una trama principal que es el tránsito de coches fúnebres que vemos desde la ventana y varias subtramas con personajes que dan para llenar mil temporadas. En casa ya vamos por la séptima. Ha habido episodios de drama, de memes, de quejas, de cánticos, de incredulidad, de conspiraciones extraterrestres y estamos ahora con la de 'esto va para largo', que parece una temporada aburrida pero es la que más enjundia tiene porque en ello nos va la supervivencia.
En esta serie salimos los cuatro y hay algunos actores invitados por videoconferencia, pero no nos hacen sombra porque nuestra resolución al natural es mucho mejor que la ultra alta definición de las pantallas. Siempre.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 19
Buenos días. Nos invaden los datos y no todos son fiables. En este escenario de teléfono escacharrado que vivimos cada día, un dato bueno se puede volver contra ti a la siguiente viñeta. Cane lo sabe y por eso siempre está con las orejas bien tiesas. Al oído te pueden decir cosas bonitas o no, te pueden seducir o no, te pueden dar certezas o machacarte a dudas.
Mis vecinas de arriba escuchan menos música que antes. Quizá el silencio sea más necesario hoy que ayer, quizá estamos saturados de ruido y necesitemos paz por dentro. Llega el fin de semana -ese que antes usábamos para salir al monte y caminar y les propongo un ejercicio: cerremos los ojos y, en silencio, hagamos el paseo ideal; salir de casa, mirar un horizonte, escuchar sonidos, sentir la brisa fresca de la primavera en el cuello, notar cómo los datos -el 'big data' de nuestro entorno- se recoge con fiabilidad, con rigor, y se interpreta con honestidad, sin aditivos, sin otra interpretación que la que nos dan nuestros propios sentidos.
A veces la mente nos engaña con solo pensar. Yo voy a intentar no hacerlo mucho estos dos días para no traicionar a mis certezas. Sentir en silencio. Como decía la escritora argentina Griselda Gámbaro: "la duda es la sal de la inteligencia. ¿O no?".
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. Domingo de flexiones y de reflexiones. Flexiones para el cuerpo y reflexiones para el espíritu. Pensar es muy útil en estos días, aprovechando el silencio presente. ¿Qué va a ser de lo urgente cuando se nos calmen las urgencias?
Durante el fin de semana mis vecinas de arriba han aprovechado para limpiar los cristales de la galería y ahora todo puede verse más claro. Se ve que vamos a vivir un largo domingo. Se ve que hay que estar muy alerta ante los que pretenden engañarnos. Se ve que hay muchos que van a tener que recular y comerse sus palabras. Vamos hacia la autogestión. Se levantan las nieblas.
Ahora a las 8 de la tarde es completamente de día y la gente ve las caras de los vecinos que salen a aplaudir a las ventanas y balcones. En el barrio hubo disputa entre los que querían escuchar 'Resistiré' y los que lo intentaron con el coro de los esclavos de 'Nabucco' de Verdi: 'Vuela pensamiento, en alas doradas'... Cane estuvo a punto de ladrar. Ganó el producto local, como era de esperar. Pero cuando la gente se canse de repetir siempre las mismas consignas no me extrañaría que nos pasáramos a filosofías un poco más profundas. Mejoraremos.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 16
Buenos días. Dice mi perra Cane que ha leído que Donald J. Trump presume de haber ayudado "mucho" a España en esta crisis del coronavirus y la verdad verdadera es que a quien ha ayudado es a Soria. Nos ha mandado todo lo necesario para mantener nuestro status de superpotencia despoblada, a saber: desasistencia, anuncios dilatorios y dejación de la mano de dios, si es que existe ese concepto. Menos mal que está la Junta de Castilla y León. ¿Que la Junta ha dicho qué? ¿Que nos van a mandar a Burgos o a Valladolid si hiciese falta? Todos tranquilos. La vida sigue igual.
Mis vecinas de arriba proponen que esta tarde a las ocho cantemos a Julio Iglesias en lugar del Dúo Dinámico. Tiene más 'grammys' y vive en Miami.
Estamos expuestos. Nos faltan profesionales sanitarios. Nos falta atención y consuelo. Nos faltan más políticos que clamen por nuestras necesidades. El alcalde de Soria trasmitía ayer desesperación en sus peticiones. Cómo no. Yo en su lugar ya habría dado un puñetazo en la mesa. Quizá él ya lo ha hecho.
De esta hay que declarar la independencia. Soria ya nos vale.
Cuídense más que nunca. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 17
Buenos días. Cuando a Cane le prohíbes algo, le dan unas ganas locas de saltarse la prohibición. Conozco más casos. A ella se le nota en el hocico porque se le afila y te lo mete debajo del jersey. Me pasaba ya a mí cuando era niño y sabía que algún día tendría que hacer el Servicio Militar. Mi madre me decía que no me preocupara, que faltaba mucho para eso. Y ahí me aficioné al ejercicio de la prórroga.
Dicen mis vecinas de arriba que en Soria tenemos disponible una hectárea para cada uno de sus habitantes. Ellas saben medir y eso me da tranquilidad, me da espacio para pensar. Acordarme de esos diez mil metros cuadrados libres me trae a la cabeza cómo conseguí librarme de hacer la 'mili': a base de muchas prórrogas, una detrás de otra. La procrastinación perfecta.
Al final de esta prórroga obligada que estamos viviendo nos espera nuestra hectárea, y mientras tanto gracias a Chema, a Loli, a Isabel, a José Carlos, y gracias a tantas otras personas de las cuales no conozco siquiera el nombre y que informan, entretienen, ayudan y orientan en los medios de una manera honesta y veraz, podemos seguir pensando en ver la luz y el espacio al final de este túnel. Hace unos días, una lumbrera con barba decía que el gobierno daba solo las noticias positivas y se olvidaba de las malas noticias interesadamente. ¿A quién le interesan solo las noticias negativas? ¿A los virus, quizás?
Sigan cuidándose. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 18
Buenos días. En estos días de mucha tele y mucha radio y mucho de todo, Cane ha encontrado su canal canino: enroscada en su cama espera la hora de su salida como si fuera cada día un nuevo e inesperado giro del guión. Siempre se pone contenta para salir, como mis vecinas de arriba y yo siempre nos ponemos contentos cuando en la teleserie que nos está tocando vivir hay algún 'twist' y se nos ocurre alguna tarea nueva para nuestros personajes.
El 'reality show' que estamos sufriendo con este virus de las narices tiene una trama principal que es el tránsito de coches fúnebres que vemos desde la ventana y varias subtramas con personajes que dan para llenar mil temporadas. En casa ya vamos por la séptima. Ha habido episodios de drama, de memes, de quejas, de cánticos, de incredulidad, de conspiraciones extraterrestres y estamos ahora con la de 'esto va para largo', que parece una temporada aburrida pero es la que más enjundia tiene porque en ello nos va la supervivencia.
En esta serie salimos los cuatro y hay algunos actores invitados por videoconferencia, pero no nos hacen sombra porque nuestra resolución al natural es mucho mejor que la ultra alta definición de las pantallas. Siempre.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 19
Buenos días. Nos invaden los datos y no todos son fiables. En este escenario de teléfono escacharrado que vivimos cada día, un dato bueno se puede volver contra ti a la siguiente viñeta. Cane lo sabe y por eso siempre está con las orejas bien tiesas. Al oído te pueden decir cosas bonitas o no, te pueden seducir o no, te pueden dar certezas o machacarte a dudas.
Mis vecinas de arriba escuchan menos música que antes. Quizá el silencio sea más necesario hoy que ayer, quizá estamos saturados de ruido y necesitemos paz por dentro. Llega el fin de semana -ese que antes usábamos para salir al monte y caminar y les propongo un ejercicio: cerremos los ojos y, en silencio, hagamos el paseo ideal; salir de casa, mirar un horizonte, escuchar sonidos, sentir la brisa fresca de la primavera en el cuello, notar cómo los datos -el 'big data' de nuestro entorno- se recoge con fiabilidad, con rigor, y se interpreta con honestidad, sin aditivos, sin otra interpretación que la que nos dan nuestros propios sentidos.
A veces la mente nos engaña con solo pensar. Yo voy a intentar no hacerlo mucho estos dos días para no traicionar a mis certezas. Sentir en silencio. Como decía la escritora argentina Griselda Gámbaro: "la duda es la sal de la inteligencia. ¿O no?".
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 2
CRÓNICA DEL DÍA 8
Buenos días. En el planeta que tenemos hoy día hay al menos tres grupos de personas de los que podría prescindirse perfectamente: los imbéciles -que se jactan de su ignorancia y ponen estúpidamente en peligro a otros haciendo reuniones o abriendo bares cuando no toca-, los asquerosos -que invaden zonas limpias con su modo de vida tóxico y se van de vacaciones en lugar de quedarse en casa- y los dañinos -que suman
además la cualidad de actuar con maldad deliberada, como los corredores de Bolsa que especulan con la desgracia ajena-. Miren la agenda de su teléfono y si alguien cumple alguna de estas características no pierdan más el tiempo: bórrenlo. La vida es demasiado corta como para rodearse de retrasados.
Mi perra Cane ha encontrado un miriñaque o crinolina que tenía yo en el armario -ya saben, esos aros que dan rigidez al vuelo de las faldas- y mis vecinas de arriba se lo ponen por turno para guardar por ahí la distancia interpersonal de seguridad. Resultado: cero contagios y una indumentaria con un estilazo de los de salón de baile.
Y qué dos palabras sinónimas más hermosas: miriñaque, crinolina... Qué clase tiene mi perra...
Esta semana se prevé dura en contagios y en muertes. No perdamos la entereza. Día a día sabemos mejor lo que tenemos y lo que no queremos perder: la buena vida. La vida buena. Atentos.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 9
Buenos días. Entre tantas noticias falsas que nos acechan en estos días de sobreinformación algunas publicaciones serias dan en el clavo: leo un artículo de Ira Byock en 'Cultura inquieta' que cuenta una cita de la antropóloga Margaret Mead en la que dice que el primer signo de la civilización humana fue un fémur roto que había sanado. ¿Por qué un fémur curado y no otra muestra más digna de progreso? Pues porque ningún animal sobrevive con una pierna rota sin que lo devore alguna bestia salvaje y un fémur que ha hecho callo implica que alguien ha ayudado a esa persona, ha vendado su pierna y le ha acompañado durante el tiempo en que el hueso se
soldaba. Ayudar a alguien en peligro de muerte fue el primer gesto humano del comienzo de la civilización. Tomemos nota.
Cane ha escuchado esta historia y me ha traído un hueso que tenía escondido en algún lugar de la casa, un hueso que le dieron mis vecinas de arriba un día después de hacer un caldo de cocido. Ella sabe que es importante compartir, acompañar, ayudar a recuperarse. Entre tanta mezquindad que se respira en el ambiente, entre tantas
ilusiones de que se invierta la tendencia y lleguemos al cambio de rasante que nos deje ver el final de esta agresiva amenaza que nos tiene paralizados, sé que ella se quedaría conmigo si me viera impedido, me miraría y sabría perfectamente cuál es la prioridad: pensar en el otro, pensar en los demás.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 10
Buenos días. Confiando confinados en los expertos que saben, me sorprende la cantidad de voces que aparecen por todas partes para explicarnos realidades moldeadas a su antojo. Batallones de listillos interesados en encontrar culpables en el bando contrario y que reflejan los medios en connivencia. A Cane le gusta mucho la actitud sabia y prudente del Dr. Simón, el coordinador de emergencias, que lleva en el cargo desde 2003, desde antes de que ella naciera, desde antes de que todo se empezara a pudrir gracias a la ambición desmedida de quien lo nombró y que se llevó por delante el prestigio de la mayoría de los medios de este país... Echen cuentas.
Hablando con mis vecinas de arriba de abuelos y recuerdos llegamos a la conclusión de que todos habríamos querido disfrutar más a los nuestros. Si a los niños los ha de cuidar la tribu entera, no digamos a los mayores. Lo digo porque ahora parece que sus muertes son inevitables y que su fragilidad les da por amortizados. Mentira. Los
abuelos siguen siendo el soporte de nuestras familias, nuestro banco de experiencia, los últimos a quienes consultamos cuando hay dudas, porque ellos son la síntesis de la vida, los que más saben.
A nuestros abuelos que no les tosa nadie.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 11
Buenos días. Medicalizar, según el diccionario, es dotar de lo necesario para ofrecer asistencia médica. Si tú a una residencia de ancianos le quitas el nombre de una virgen o de un santo y le pones el de un premio nobel en medicina, por ejemplo, lo estás medicalizando un poco. Quizá esto no valga a toro pasado, pero como medida
preventiva quizá funcione. Ciencia contra superstición, gana la ciencia.
Lo digo porque Cane, mi perra, bebe agua de todos los charcos y detecta con su olfato la que puede perjudicarle. Le conté lo que me pasó a mí cuando era niño con el agua de San Isidro que me traía una vecina de una fuente que había en la ermita del santo en Madrid. Hubo un contagio masivo por su insalubridad y yo me libré de milagro.
Milagro divino, claro está.
Mis vecinas de arriba se ríen de mí porque no he visto ni 'Ghost', ni 'Dirty dancing'. Lo que yo les digo es que ahora no es el momento de verlas porque pueden estar casi tan pasadas de moda como poner banderas a media asta o hacer funerales y monumentos en recuerdo de las víctimas, como proponen algunos. Lo importante es que no hay
quien nos venda material de protección frente al contagio. Ahora que ya sabemos que un tercio de la población mundial está confinada y que los únicos que nos envían ayuda humanitaria son los chinos, los cubanos y los rusos, cuidadito, no vaya a ser verdad eso del cambio de paradigma. Yo, por si acaso, me acabo de lanzar a buscar la
palabra en el diccionario.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 12
Buenos días. Cane se prepara para la llegada del pico mirando por la ventana porque si Cane no va al pico, que sea el pico el que venga a Cane. ¿O era al revés? La palabra pico multiplica si valor estos días, como respirador, lealtad o videoconferencia. En cambio, la palabra Europa se está quedando en na, como una bola de helado caída en la acera en pleno mes de julio.
Europa, ¿se acuerdan?. Mi perra, que es de Almazán -o sea, de Europa- rivaliza con mis vecinas de arriba por definir cuándo se acabó su fe en lo europeo. La Política Agraria Común -o sea, la PAC- ha sido un caramelo envenenado. Los Fondos Estructurales, un coladero de proyectos absurdos. Y el euro ha sido una especie de collar de castigo que nos han puesto los alemanes para resarcirse de su humillación tras dos guerras mundiales perdidas. Ahora que hablamos de guerra vírica y hace falta dinero, ni ellos ni los holandeses quieren oír hablar de darle a la máquina de hacer billetes. ¿Nos va a tocar de nuevo pagar la solución a precio de préstamo bancario?
Algunos pensábamos que Europa era real y está resultando ser un 'fake'. Como los delfines en Venecia. O como las flores de Bach. Una pena, con lo bien que Juan Sebastián tocaba el clavicordio.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. En el planeta que tenemos hoy día hay al menos tres grupos de personas de los que podría prescindirse perfectamente: los imbéciles -que se jactan de su ignorancia y ponen estúpidamente en peligro a otros haciendo reuniones o abriendo bares cuando no toca-, los asquerosos -que invaden zonas limpias con su modo de vida tóxico y se van de vacaciones en lugar de quedarse en casa- y los dañinos -que suman
además la cualidad de actuar con maldad deliberada, como los corredores de Bolsa que especulan con la desgracia ajena-. Miren la agenda de su teléfono y si alguien cumple alguna de estas características no pierdan más el tiempo: bórrenlo. La vida es demasiado corta como para rodearse de retrasados.
Mi perra Cane ha encontrado un miriñaque o crinolina que tenía yo en el armario -ya saben, esos aros que dan rigidez al vuelo de las faldas- y mis vecinas de arriba se lo ponen por turno para guardar por ahí la distancia interpersonal de seguridad. Resultado: cero contagios y una indumentaria con un estilazo de los de salón de baile.
Y qué dos palabras sinónimas más hermosas: miriñaque, crinolina... Qué clase tiene mi perra...
Esta semana se prevé dura en contagios y en muertes. No perdamos la entereza. Día a día sabemos mejor lo que tenemos y lo que no queremos perder: la buena vida. La vida buena. Atentos.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 9
Buenos días. Entre tantas noticias falsas que nos acechan en estos días de sobreinformación algunas publicaciones serias dan en el clavo: leo un artículo de Ira Byock en 'Cultura inquieta' que cuenta una cita de la antropóloga Margaret Mead en la que dice que el primer signo de la civilización humana fue un fémur roto que había sanado. ¿Por qué un fémur curado y no otra muestra más digna de progreso? Pues porque ningún animal sobrevive con una pierna rota sin que lo devore alguna bestia salvaje y un fémur que ha hecho callo implica que alguien ha ayudado a esa persona, ha vendado su pierna y le ha acompañado durante el tiempo en que el hueso se
soldaba. Ayudar a alguien en peligro de muerte fue el primer gesto humano del comienzo de la civilización. Tomemos nota.
Cane ha escuchado esta historia y me ha traído un hueso que tenía escondido en algún lugar de la casa, un hueso que le dieron mis vecinas de arriba un día después de hacer un caldo de cocido. Ella sabe que es importante compartir, acompañar, ayudar a recuperarse. Entre tanta mezquindad que se respira en el ambiente, entre tantas
ilusiones de que se invierta la tendencia y lleguemos al cambio de rasante que nos deje ver el final de esta agresiva amenaza que nos tiene paralizados, sé que ella se quedaría conmigo si me viera impedido, me miraría y sabría perfectamente cuál es la prioridad: pensar en el otro, pensar en los demás.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 10
Buenos días. Confiando confinados en los expertos que saben, me sorprende la cantidad de voces que aparecen por todas partes para explicarnos realidades moldeadas a su antojo. Batallones de listillos interesados en encontrar culpables en el bando contrario y que reflejan los medios en connivencia. A Cane le gusta mucho la actitud sabia y prudente del Dr. Simón, el coordinador de emergencias, que lleva en el cargo desde 2003, desde antes de que ella naciera, desde antes de que todo se empezara a pudrir gracias a la ambición desmedida de quien lo nombró y que se llevó por delante el prestigio de la mayoría de los medios de este país... Echen cuentas.
Hablando con mis vecinas de arriba de abuelos y recuerdos llegamos a la conclusión de que todos habríamos querido disfrutar más a los nuestros. Si a los niños los ha de cuidar la tribu entera, no digamos a los mayores. Lo digo porque ahora parece que sus muertes son inevitables y que su fragilidad les da por amortizados. Mentira. Los
abuelos siguen siendo el soporte de nuestras familias, nuestro banco de experiencia, los últimos a quienes consultamos cuando hay dudas, porque ellos son la síntesis de la vida, los que más saben.
A nuestros abuelos que no les tosa nadie.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 11
Buenos días. Medicalizar, según el diccionario, es dotar de lo necesario para ofrecer asistencia médica. Si tú a una residencia de ancianos le quitas el nombre de una virgen o de un santo y le pones el de un premio nobel en medicina, por ejemplo, lo estás medicalizando un poco. Quizá esto no valga a toro pasado, pero como medida
preventiva quizá funcione. Ciencia contra superstición, gana la ciencia.
Lo digo porque Cane, mi perra, bebe agua de todos los charcos y detecta con su olfato la que puede perjudicarle. Le conté lo que me pasó a mí cuando era niño con el agua de San Isidro que me traía una vecina de una fuente que había en la ermita del santo en Madrid. Hubo un contagio masivo por su insalubridad y yo me libré de milagro.
Milagro divino, claro está.
Mis vecinas de arriba se ríen de mí porque no he visto ni 'Ghost', ni 'Dirty dancing'. Lo que yo les digo es que ahora no es el momento de verlas porque pueden estar casi tan pasadas de moda como poner banderas a media asta o hacer funerales y monumentos en recuerdo de las víctimas, como proponen algunos. Lo importante es que no hay
quien nos venda material de protección frente al contagio. Ahora que ya sabemos que un tercio de la población mundial está confinada y que los únicos que nos envían ayuda humanitaria son los chinos, los cubanos y los rusos, cuidadito, no vaya a ser verdad eso del cambio de paradigma. Yo, por si acaso, me acabo de lanzar a buscar la
palabra en el diccionario.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 12
Buenos días. Cane se prepara para la llegada del pico mirando por la ventana porque si Cane no va al pico, que sea el pico el que venga a Cane. ¿O era al revés? La palabra pico multiplica si valor estos días, como respirador, lealtad o videoconferencia. En cambio, la palabra Europa se está quedando en na, como una bola de helado caída en la acera en pleno mes de julio.
Europa, ¿se acuerdan?. Mi perra, que es de Almazán -o sea, de Europa- rivaliza con mis vecinas de arriba por definir cuándo se acabó su fe en lo europeo. La Política Agraria Común -o sea, la PAC- ha sido un caramelo envenenado. Los Fondos Estructurales, un coladero de proyectos absurdos. Y el euro ha sido una especie de collar de castigo que nos han puesto los alemanes para resarcirse de su humillación tras dos guerras mundiales perdidas. Ahora que hablamos de guerra vírica y hace falta dinero, ni ellos ni los holandeses quieren oír hablar de darle a la máquina de hacer billetes. ¿Nos va a tocar de nuevo pagar la solución a precio de préstamo bancario?
Algunos pensábamos que Europa era real y está resultando ser un 'fake'. Como los delfines en Venecia. O como las flores de Bach. Una pena, con lo bien que Juan Sebastián tocaba el clavicordio.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
DIARIO DE UN CONFINADO EN SORIA. SEMANA 1
CRÓNICA DEL DÍA 1
Buenos días. Mi perra Cane marca el ritmo. O bueno, nos sigue el ritmo porque nunca se ha visto en una igual: todo el mundo quiere sacarla a pasear.
Que se me haya estropeado hoy la caldera de la calefacción es un gran tropezón térmico porque no tengo a nadie con quien hacer 'la cucharita' para calentarme. Ajo y agua. Y rebequita.
Mis vecinas de arriba bajan vino para comentar la jugada. Hemos decidido hacer -junto con mi perra- una 'unidad familiar' para compartir viandas y darnos derecho de contagio. Somos afortunados.
Mis saludos solidarios para los trabajadores y trabajadoras de hospitales y centros públicos de salud. Sí, he dicho públicos. Los partidos políticos deberían encargarles a ellos la redacción de los programas electorales en materia de Sanidad. Y cumplirlos so pena de confinamiento indefinido.
Mi recuerdo cariñoso para los que están obligadamente solos -ancianos, personas vulnerables, discapacitados, gentes sin techo-, y que no pueden rozarse con nadie, sea cónyuge, amigo o animal de compañía. Mi recomendación: llamen por teléfono, escuchen voces amigas, compartan dudas y certezas. Más que chatear por escrito, hoy la voz se convierte en un medio necesario para estar acompañado.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
Buenos días. Mi perra Cane marca el ritmo. O bueno, nos sigue el ritmo porque nunca se ha visto en una igual: todo el mundo quiere sacarla a pasear.
Que se me haya estropeado hoy la caldera de la calefacción es un gran tropezón térmico porque no tengo a nadie con quien hacer 'la cucharita' para calentarme. Ajo y agua. Y rebequita.
Mis vecinas de arriba bajan vino para comentar la jugada. Hemos decidido hacer -junto con mi perra- una 'unidad familiar' para compartir viandas y darnos derecho de contagio. Somos afortunados.
Mis saludos solidarios para los trabajadores y trabajadoras de hospitales y centros públicos de salud. Sí, he dicho públicos. Los partidos políticos deberían encargarles a ellos la redacción de los programas electorales en materia de Sanidad. Y cumplirlos so pena de confinamiento indefinido.
Mi recuerdo cariñoso para los que están obligadamente solos -ancianos, personas vulnerables, discapacitados, gentes sin techo-, y que no pueden rozarse con nadie, sea cónyuge, amigo o animal de compañía. Mi recomendación: llamen por teléfono, escuchen voces amigas, compartan dudas y certezas. Más que chatear por escrito, hoy la voz se convierte en un medio necesario para estar acompañado.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 2
Buenos días. La nieve de ayer nos hizo dar algún resbalón y no hubo tantas peticiones para pasear con mi perra. No sé dónde estará guardando Cane la pasta que está ganando. ¿Cobrará en criptomoneda? ¿La estará enterrando con su colección de patas de corzo?
Bravo por los currantes que dan la cara y siguen en el tajo. Adoro a Carmen, mi tendera de la calle Caballeros: se sabe imprescindible y nos atiende bien a todos. Es un ejemplo de trabajo social. Viva las tiendas de barrio.
Primeras discusiones en nuestra unidad familiar a la hora de elegir los programas para ver en la tele. Los más ñoños -Cane y yo- optamos por los clásicos románticos y mis vecinas de arriba quieren películas 'after-punk' y documentales de procreación entre cetáceos. Madre mía. Al final consensuamos ver la primera temporada de 'Urgencias'. No por nada, solo porque a todos nos gusta George Clooney.
Quizá los días laborables también deberían marcarse en rojo en los calendarios de confinamiento. Parecen festivos de mentira. Festivos de ateo. Festivos de trabajador autónomo.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 3
Buenos días. Al tercer día de privaciones por el estado de alarma nos hemos dado cuenta de que Cane es muy perra y se está gastando todo lo que cobra por alquilarse para paseos en comprar porquerías por Amazon Prime. A saber: mascarillas baratas, collares y coronas. Todo falso. ¡A quién se le ocurre comprar coronas a estas alturas de la monarquía!
Los transportistas y repartidores a domicilio, incluido todo el personal de Correos, valorarían que las personas no siguieran pidiendo cosas inútiles desde su sofá como si llegar a la puerta de su casa en estas condiciones fuera fácil como cambiar de canal. Urgencias, vale, pero ¿qué hay verdaderamente urgente en este momento?
En casa ayer fue momento de criticar políticos: mis vecinas de arriba querían bloquear en guasap a Donald Trump y el sector Imserso a Boris Johnson. Al final optamos por salir del grupo de líderes irresponsables y pasarnos al de mindunguis locales: aquí sí hay blancos perfectos a los que sacar los colores porque nadie se arriesga a nada. Son
oradores mediocres y cobardes que nos cobran un dineral por sermonearnos como si fuéramos bobos... En todos estos días de crisis, no recuerdo haber visto a ningún cargo que no lea literalmente sus intervenciones.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 4
Buenos días. Al cuarto día Cane ya sabe que aquí no resucita nadie. Van más de 500 muertos. Las residencias de ancianos son zona cero y no hay cristo que justifique un trato tan triste: sin medios, sin vigilancia, sin un mal test que diagnostique la dolencia. ¿Saben quién sigue ganando dinero con estos negocios? Pues empresas grandes como presidentes de clubes de fútbol. Ahí lo dejo, pero igual lo retomamos un día de estos. Ya llegarán los ajustes... de cuentas.
Ya decíamos ayer que a estas alturas la monarquía estaba amortizada. Anoche el Sr. D. Felipe de Borbón se cubrió de gloria al estilo de los líderes más simplones. Perogrullo y D. Obvio salieron en la tele. Mis vecinas de arriba me recomiendan que me calme y que no pierda energías en cosas obsoletas.
Ya sabíamos desde tiempos del instituto que el Subdelegado no pintaba nada y que el Delegado tampoco era un dechado de facultades. En la cadena política de mando manda la sumisión. En Soria no hay excepciones: ayer se negaba la evidencia con la misma capacidad de convicción de un niño de siete años. Y mi perra Cane no ha sido
quien se ha comido los deberes.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 5
Buenos días. Los bancos holandeses han hecho una declaración en la que se ponen al servicio de su país para facilitar recursos ante la crisis sanitaria. Dicen que si en 2008 fueron parte del problema, en 2020 quieren ser parte de la solución. Qué maravilla. Lo mismito que aquí. Familia Botííííín Santander! Goirigolzarri Bankia! Carlos Torres BBVA! ¿Se pueden dar por aludidos?
Mis vecinas de arriba han liberado su pasillo y hemos montado entre todos una bolera con personajes ilustres que van a caer sí o sí. Presidentes autonómicos... Pumba!! Presentadores de televisión... Pumba!! Familia real al completo... Pumba!! Lo que nos hemos reído!! Hasta Cane daba vueltas persiguiéndose su cola.
Para el fin de semana les recomiendo alguna excursión al pasado: ver fotos antiguas o vídeos caseros de hace años nos puede ayudar a reconocer que hay cosas en las que no hemos mejorado con los años. ¿Quizá podemos reajustar nuestras preferencias?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.
Buenos días. La nieve de ayer nos hizo dar algún resbalón y no hubo tantas peticiones para pasear con mi perra. No sé dónde estará guardando Cane la pasta que está ganando. ¿Cobrará en criptomoneda? ¿La estará enterrando con su colección de patas de corzo?
Bravo por los currantes que dan la cara y siguen en el tajo. Adoro a Carmen, mi tendera de la calle Caballeros: se sabe imprescindible y nos atiende bien a todos. Es un ejemplo de trabajo social. Viva las tiendas de barrio.
Primeras discusiones en nuestra unidad familiar a la hora de elegir los programas para ver en la tele. Los más ñoños -Cane y yo- optamos por los clásicos románticos y mis vecinas de arriba quieren películas 'after-punk' y documentales de procreación entre cetáceos. Madre mía. Al final consensuamos ver la primera temporada de 'Urgencias'. No por nada, solo porque a todos nos gusta George Clooney.
Quizá los días laborables también deberían marcarse en rojo en los calendarios de confinamiento. Parecen festivos de mentira. Festivos de ateo. Festivos de trabajador autónomo.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 3
Buenos días. Al tercer día de privaciones por el estado de alarma nos hemos dado cuenta de que Cane es muy perra y se está gastando todo lo que cobra por alquilarse para paseos en comprar porquerías por Amazon Prime. A saber: mascarillas baratas, collares y coronas. Todo falso. ¡A quién se le ocurre comprar coronas a estas alturas de la monarquía!
Los transportistas y repartidores a domicilio, incluido todo el personal de Correos, valorarían que las personas no siguieran pidiendo cosas inútiles desde su sofá como si llegar a la puerta de su casa en estas condiciones fuera fácil como cambiar de canal. Urgencias, vale, pero ¿qué hay verdaderamente urgente en este momento?
En casa ayer fue momento de criticar políticos: mis vecinas de arriba querían bloquear en guasap a Donald Trump y el sector Imserso a Boris Johnson. Al final optamos por salir del grupo de líderes irresponsables y pasarnos al de mindunguis locales: aquí sí hay blancos perfectos a los que sacar los colores porque nadie se arriesga a nada. Son
oradores mediocres y cobardes que nos cobran un dineral por sermonearnos como si fuéramos bobos... En todos estos días de crisis, no recuerdo haber visto a ningún cargo que no lea literalmente sus intervenciones.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 4
Buenos días. Al cuarto día Cane ya sabe que aquí no resucita nadie. Van más de 500 muertos. Las residencias de ancianos son zona cero y no hay cristo que justifique un trato tan triste: sin medios, sin vigilancia, sin un mal test que diagnostique la dolencia. ¿Saben quién sigue ganando dinero con estos negocios? Pues empresas grandes como presidentes de clubes de fútbol. Ahí lo dejo, pero igual lo retomamos un día de estos. Ya llegarán los ajustes... de cuentas.
Ya decíamos ayer que a estas alturas la monarquía estaba amortizada. Anoche el Sr. D. Felipe de Borbón se cubrió de gloria al estilo de los líderes más simplones. Perogrullo y D. Obvio salieron en la tele. Mis vecinas de arriba me recomiendan que me calme y que no pierda energías en cosas obsoletas.
Ya sabíamos desde tiempos del instituto que el Subdelegado no pintaba nada y que el Delegado tampoco era un dechado de facultades. En la cadena política de mando manda la sumisión. En Soria no hay excepciones: ayer se negaba la evidencia con la misma capacidad de convicción de un niño de siete años. Y mi perra Cane no ha sido
quien se ha comido los deberes.
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta mañana.
CRÓNICA DEL DÍA 5
Buenos días. Los bancos holandeses han hecho una declaración en la que se ponen al servicio de su país para facilitar recursos ante la crisis sanitaria. Dicen que si en 2008 fueron parte del problema, en 2020 quieren ser parte de la solución. Qué maravilla. Lo mismito que aquí. Familia Botííííín Santander! Goirigolzarri Bankia! Carlos Torres BBVA! ¿Se pueden dar por aludidos?
Mis vecinas de arriba han liberado su pasillo y hemos montado entre todos una bolera con personajes ilustres que van a caer sí o sí. Presidentes autonómicos... Pumba!! Presentadores de televisión... Pumba!! Familia real al completo... Pumba!! Lo que nos hemos reído!! Hasta Cane daba vueltas persiguiéndose su cola.
Para el fin de semana les recomiendo alguna excursión al pasado: ver fotos antiguas o vídeos caseros de hace años nos puede ayudar a reconocer que hay cosas en las que no hemos mejorado con los años. ¿Quizá podemos reajustar nuestras preferencias?
Cuídense. Y sigan escuchando la radio. Hasta el lunes.